El ex juez penal Daniel Llermanos, uno de los principales convocantes a la marcha contra la Corte Suprema, explicó los motivos que tuvo y aseguró que "no" tuvo una actitud "destituyente" sino "de repudio" ante "actitudes que no pueden tener los máximos representates del poder judicial".
"En la práctica democrática que tiene la Argentina, cada vez que alguno de los poderes ejecutivo o legislativo dicta decretos o leyes que a la gente le desagrada, la gente se manifiesta. El derecho de peticionar a las autoridades no es destituyente" adujo Llermanos en diálogo con InfoBAN Radio.
Y agregó: "Destituyente sería tomar por la fuerza el palacio. Esto es manifestar un repudio por actitudes que no pueden tener los máximos representates del poder judicial".
El ex magistrado y actual abogado de -entre otros- Pablo Moyano, explicó sobre los motivos que llevaron a la movilización la forma en que dos de los miembros fueron designados por decreto por el entonces presidente Mauricio Macri y la pasividad ante el denunciado lawfare contra funcionarios y sindicalistas.
La desigualdad ante la ley es la impunidad absoluta para algunos y el castigo total e injustificado para otros
"Cuestionamos que la cabeza de un poder no podía ignorar todas las denuncias que existían en todos los ámbitos vinculados al 'lawfare'" expuso Llermanos.
En ese sentido, marcó que la Corte "no mostró una mínima preocupación ante un hecho gravísimo. Hablamos de un mecanismo de captura organizado por el Estado con forma de legalidad, con una motivación aparente, precedida de una demonización o criminalización mediática y eventualmente la presión sobre los jueces remisos a responder a los requerimientos del poder político o económico de turno".
"Las causas que pasaron por Tribunales no lo habían hecho en ninguna otra época porque eran rechazadas de modo inmediato, en primer lugar porque eran de anónimos que no ratificaba nadie, pero en base a eso se allanaba, se detenía, se intervenía un gremio. En base a esas pruebas nulas de nulidad absoluta se confiscaban recursos de obras sociales, mutuales y gremios. Fue un plan muy parecido a lo que pasó en la dictadura, salvo por que no hubo desaparecidos" opinó.
Respecto de la reunión en la que se habló de conformar una "Gestapo" antisindical por parte de funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal, Llermanos señaló que "si todo esto hubiera sido hecho por un gobierno de raíz popular los hubieran hecho desfilar en piyamas con casco y pantuflas, a las 5 de la mañana, bajo el granizo. La desigualdad ante la ley es la impunidad absoluta para algunos y el castigo total e injustificado para otros" concluyó.
