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Nada se habla de lo que verdaderamente acontece a pocos kilómetros de Plaza de Mayo allí en lo que muchos llaman el conurbano profundo.

La educación hoy es el eje de las miserias donde los intereses confluyen en el olvido del futuro.

¿O es que acaso alguien repreguntó cómo está la educación de gestión estatal en la provincia en la nueva reapertura?

El reclamo y el debate se agotó en la presencialidad o virtualidad.

¿Hubo responsables que repasaron si efectivamente los establecimientos fueron acondicionados para contener en “burbujas” a esos alumnos, muchos de ellos con carencias materiales?

La respuesta es casi obvia: NO. Y es con mayúscula porque no solo no se efectuaron modificaciones, sino que las condiciones para la escolaridad empeoraron.

Los comedores continúan cerrados en esos colegios, no hay ni para tomar un mate cocido y las estufas solo figuran en los dibujos del libro de aprendizaje. Las ventanas abiertas y los chicos de entre los 6 a 12 años deben permanecer sentados por un total de casi 3 horas. ¿Condiciones ideales de enseñanza y aprendizaje?. Hagan la prueba.

La infusión caliente fue reemplazada por una caja quincenal que contiene aceite, fideos y arroz. Una por alumno. ¿Es este el sustituto cotidiano?. Nadie se hace cargo, viene de la Dirección de Escuelas (Min de Educación en la Provincia). El personal de portería y cocina se encuentra casi en su totalidad de licencia, quizás alguno pueda aprovechar para visitar a Balcedo (ex Sec. del Gremio) en su prisión domiciliaria de Punta del Este.

Por el contrario, para las “Casitas de Axel” hay presupuesto, hasta tienen un plus para embellecerlas, como lo destacan las licitaciones.

La Educación pasó a un segundo plano, solo hay un discurso para la tribuna; ¡¡Abrimos!!
La apertura de las escuelas conjuntamente con la calidad educativa ya no importa, total los hijos de quienes tienen la responsabilidad asisten a colegios “progres” privados, allí no hay necesidad del mate ni del trozo de bizcochuelo para ingerir algunas calorías o de alguna frazada para atemperar el frio, tampoco el analfabetismo será el futuro de esos inocentes que se mueven en silencio.

Mientras, tanto los otros pueden seguir esperando.

Andres Filon
Junio/21