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Los debates presidenciales son la instancia más agitada de una campaña electoral. Es el evento en que los y las protagonistas se enfrentan a exponer sus propuestas, debatir ideas y realizar preguntas a sus adversarios. No existe otro momento en la contienda electoral donde el electorado pueda apreciar toda la oferta política en el mismo lugar y al mismo tiempo. Es más, este suceso acapara la atención de una gran porción de la sociedad, antes, durante y después del acontecimiento. El último debate presidencial de Argentina según Ibope obtuvo 34 puntos de rating, más que cualquier otro evento político y el mismo registro de audiencia del Boca vs River de ese año en instancias de semifinal de la Copa Libertadores (Barbieri-Reina, 2023).

En apenas unas horas las y los candidatos expondrán el campo donde desarrollan la disputa electoral, los ejes narrativos de sus campañas, los guiones argumentativos, la cobertura que realizan en redes sociales, la estrategia política, alguna sorpresa que puedan tener guardada bajo llave y otros recursos de la comunicación política destinados para la ocasión.

Todo esto que vine narrando es lo que seguramente sucederá el próximo domingo en el Centro de Convenciones Provincial Fórum de Santiago del Estero. Donde Javier Milei, Sergio Massa, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman realizaran el primer debate presidencial del año. El mismo tendrá como ejes en cuestión Economía, Educación y Derechos humanos y convivencia democrática. Y contara con dos novedades, una de ellas, es que, habrá derecho a réplica y preguntas cruzadas entre los candidatos, y la segunda, se incorporan temas votados por la ciudadanía.

Como en todo debate presidencial los objetivos de las y los candidatos son bien distintos, esta ocasión no tiene por qué ser la excepción. Tanto Myriam Bregman como Juan Schiaretti, al ser los candidatos menos votados en las primarias y con menor grado de conocimiento ante el electorado, deberían aspirar a lograr mayor conocimiento, a partir de la gran atención que genera esta instancia de la campaña, y que estos puntos luego sedimenten en imagen positiva. La candidata de izquierda lo podría lograr polarizando con el representante libertario y acusando a los demás candidatos que son los “alumnos ejemplares” del FMI. Mientras que el gobernador de Córdoba debería centrar todos sus argumentos discursivos en resaltar la gestión “exitosa” que tiene su provincia, marcando su distanciamiento tanto del kirchnerismo como del macrismo.

El resto de los aspirantes a la primera magistratura tienen objetivos distintos ya que están luchando por ingresar al balotaje. En el caso de Milei, su equipo de campaña tendrá bastante trabajo para correrlo de un perfil similar al de un panelista de televisión, que ha cosechado a lo largo del tiempo, y acercarlo al de un candidato con posibilidades serias de ser presidente. En cuanto a los temas del debate, el mayor problema lo tendrá en Derechos Humanos y Educación, ya que cada vez que habló de los temas no salió bien parado. Distinto será el caso cuando aborde temas económicos.

Por otro lado, la estrategia de Sergio Massa pareciera por mostrarse como un hombre de Estado -que agarró un barco a la deriva y lo quiere llevar a buen puerto– y con diálogo: “Es el único que habla de unidad nacional”. Mientras que por otro lado buscará polarizar con el candidato libertario e instalar la idea de que sus propuestas son impracticables. Entre sus puntos débiles se encontrará la difícil situación económica que atraviesa el país con él como ministro de Economía.

El desafío del equipo de campaña de Patricia Bullrich pasara por aconsejarle que transmita lo indispensable en temas económicos y educativos, ya que ha cometido una gran mayor cantidad de errores a lo largo de la campaña que tuvieron como eje esos asuntos. Y que despliegue todo su conocimiento en materia de “orden y seguridad”. Pero también tendrán que trabajar mucho en errores habituales de la dirigente de Juntos por el Cambio ya que la convierten en una candidata fácilmente memeable.

Para finalizar, otra discusión se va a estar dando en las redes sociales. Porque muchos mensajes e ideas se imponen por esta vía durante y luego de finalizado el debate. Quien arranca con una leve ventaja en esta disputa es el candidato libertario.