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Carlos Attías, el nuevo abogado de Matías Benicelli, quien ahora representa a uno de los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell en enero de 2020, lanzó críticas contundentes hacia la defensa previa liderada por Hugo Tomei.

“Lo que yo apelo a la corte es que aplique a cada uno la pena que corresponde. No estoy pidiendo la absolución, ni la libertad, ni la inocencia. Estoy pidiendo que aplique los principios de razonabilidad para que no se englobe a todos bajo una misma participación, y que analicen el tema de la defensa en juicio”, dijo en comunicación con Splendid AM La990.

La confirmación de las condenas por parte de la Cámara de Casación bonaerense impulsó un cambio de estrategia legal por parte de varios de los acusados, entre ellos Benicelli, quien enfrenta una sentencia de prisión perpetua por el delito de "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas".

Su enfoque principal consiste en cuestionar la efectividad de la defensa anterior que según Attías “fue ineficaz” ya que Tomei estaba a cargo de intereses contrapuestos, lo cual está prohibido y debería haber resultado en la asignación de nuevos defensores por parte de los jueces.

“Pero lo más importante y lo central es que el agravante que lo lleva a condena perpetua, que es la premeditación, requiere de una planificación o de, por lo menos, una reflexión”, continuó.

En un intento por desvincular a Benicelli de la imagen colectiva de los "rugbiers", Attías destacó la falta de conocimiento sobre el deporte. “Matias no sabe si la pelota de rugby es cuadrada, redonda u ovalada”, comentó.

El letrado también señaló que los padres de Matías no contrataron a Tomei como su defensor, sino que “les fue impuesto” y que Benicelli expresó su disconformidad con la defensa en numerosas ocasiones durante el juicio.

“Matías presentó un escrito en donde se queja de las reiteradas oportunidades en que le pidió hablar y Tomei lo desatendió”, agregó.

“Doy fe de lo que Matías me comentó. No solamente me resultó creíble, sino que de lo contrario no lo hubiera tomado. En el momento del hecho, nadie podía estar del otro lado que no fuera el de la víctima, y también vi que era distinto el rol de cada uno porque las imágenes lo muestran. No podían tener todos el mismo defensor", concluyó.