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La casa ubicada en la calle Montesquieu y Urquiza de Marcos Paz, donde en la última dictadura militar se masacró a 16 integrantes del Grupo PROA, fue cedida a los hijos de esos militantes, que la convertirán en sitio de memoria, se informó en un comunicado.

En esa vivienda del barrio Capilla de Fátima se produjo el 11 de junio de 1977 el ataque y detención de 16 integrantes del Grupo PROA (Militancia para la Construcción del Partido Revolucionario de los Obreros Argentinos) durante un operativo de las fuerzas de seguridad y la policía dirigida por entonces por Ramón Camps.

PROA fue un grupo integrado por militantes del Peronismo Revolucionario y de la Izquierda Revolucionaria fundado en 1974 por Haroldo Logiurato, un dirigente sindical de la resistencia peronista, ex secretario de la regional de la CGT en la Plata, el escritor y ex juez y Secretario de Derechos Humanos de la Nación Eduardo Luis Duhalde.

"Con alegría nos complace anunciar que los hijos y las hijas de los militantes del Grupo PROA hemos recibido la casa que era de nuestros padres ubicada en Montesquieu y Urquiza en la localidad de Marcos Paz", se indicó en el comunicado.

Se recordó que esa casa "fue adquirida con el objetivo de realizar en forma discreta tareas de resistencia a la dictadura militar" y se apuntó que "allí se coordinaban luchas sindicales y políticas".

Además, se indicó que en ese lugar "se recopilaron importantes testimonios de víctimas de la represión, se empezó a develar el método del Estado terrorista: detenidos que luego no aparecían presos en ningún lugar o aparecían muertos; asesinatos fraguados como enfrentamientos; plan sistemático contra los militantes populares y sus familias".

Los familiares de los militantes del Grupo PROA destacaron que en ese sitio del municipio de Marcos Paz "se elaboraban en informes y se sacaban discretamente al exterior aportando a la Comisión Argentina de Derechos Humanos (Cadhu) documentación única que permitió la denuncia internacional temprana sobre el carácter sanguinario de la dictadura argentina, tanto en Europa como en el congreso Estados Unidos".

"La casa también sirvió de refugio para militantes que escapaban de la represión y desde aquí se organizó su salida del país", se apuntó y se subrayó que "en esta casa se trabajó con valentía y coraje por una argentina justa, libre y soberana".

Así, destacaron que la vivienda fue cedida a los hijos e hijas del Grupo PROA por quienes eran sus dueños, Sebastián Amigueras y Analía Guzmán, y explicaron que allí se establecerá un sitio de la memoria.

"Queremos trabajar junto a todos los familiares, junto al municipio de Marcos Paz que con sensibilidad siempre reconoció el lugar por su importancia histórica y también junto a la secretaria de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y a la de Nación", indicaron y apuntaron que se buscará que sea "un lugar donde mirarnos en el pasado para inspirarnos hacia un futuro mejor".