El intendente de San Isidro Ramón Lanús realizó un crítico informe de la situación económica y financiera de la comuna en su discurso ante el Concejo Delibertante en la apertura de sesiones ordinarias.
Buena parte de la alocusión en el acto realizado esta mañana apuntó contra la herencia recibida del gobierno encabezado por Gustavo Posse, y se refirió a San Isidro como un "municipio de excelencia" pero en tiempo pasado.
"Nuestra ciudad ha sido referencia para toda la provincia de Buenos Aires, por sus políticas de vanguardia en distintas áreas. El sistema público de salud de San Isidro fue un modelo y un orgullo para toda la ciudad. Sus hospitales, de gran prestigio, fueron escuela de reconocidos profesionales (…) San Isidro fue también un municipio pionero en materia de seguridad, fijando políticas de avanzada a fines de la década del 90. Así, podríamos seguir recordando ejemplos de ese brillo, que puso a San Isidro bien arriba" arrancó sus críticas Lanús.
"Ese brillo todavía se refleja en el orgullo de los que trabajaron para lograrlo, y fueron parte. Varios están presentes hoy acá. Lo vemos también reflejado, día a día, en el compromiso y la dedicación de muchos trabajadores municipales. Sin embargo, hay que reconocer que ese brillo se fue apagando y está deslucido. Se perdió esa energía y el impulso fue decayendo. Hoy, San Isidro y su administración llevan años de estancamiento. Y ese estancamiento fue derivando en un estado de situación que nos toca describir con tristeza" adujo.
En ese marco, Lanús aseguró que San Isidro atraviesa "una situación de cuentas públicas muy comprometida" debido a que "nos encontramos con una deuda de más de 8.000 millones de pesos, en parte porque muchos proveedores llevaban meses sin cobrar, y a eso se sumaba una montaña de pedidos de re-determinaciones de precios, o mayores costos, sin resolver. La situación de caja sólo alcanzaba para pagar los salarios de diciembre, cuando históricamente se contaba con una previsión de entre 3 a 5 meses vista".
Respecto de los recursos, el intendente sanisidrense marcó un dato que llamó la atención: "El festival Lollapalooza estaba siendo subsidiado por todos los vecinos".
Lanús aseguró que "en 2023, este festival generó ingresos al municipio por 20 millones de pesos, y gastos por no menos de 60 (millones)" y más tarde expresó que "vamos a multiplicar por 10 veces los ingresos que percibe el municipio por ese festival. De 20 a 200 millones de pesos en un año. Aún ajustado por inflación, el aumento es muy importante y el saldo será un beneficio económico para el municipio. Al mismo tiempo, y porque creemos que es un beneficio típico de la casta, no vamos a aceptar los centenares de entradas de cortesía que recibía el municipio".
Además de la cuestión financiera, Lanús marcó críticas en la mayoría de las áreas, como en infraestructura edilicia de distintas dependencias municipales, la atención sanitaria -que es completamente municipal-, la seguridad, y la gestión de trámites, aspectos que afirmó estarán entre sus prioridades de gobierno.
Sobre el final, Lanús se refirió a la coyuntura nacional a la que calificó como una "transición difícil luego de un modelo de gobierno que nos llevó al fracaso".
"Estamos viviendo un momento bisagra, una época donde los argentinos se cansaron de la política que daba privilegios para unos pocos. El mandato de la sociedad fue claro: los argentinos no quieren solo un cambio de nombres ni un cambio superficial, quieren que se cambie la forma de hacer las cosas. Hay crispación, angustia y poca paciencia. Pero también hay una oportunidad enorme" afirmó .
Y agregó: "nos esperan meses probablemente turbulentos, y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que transcurran en paz y amortiguar la crisis. Pero también haremos todo lo que esté a nuestro alcance para acompañar y aprovechar, desde San Isidro, lo bueno de este cambio de época y de esta oportunidad".
