El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, afirmó que la represión por parte de las fuerzas de seguridad es un recurso "última instancia" en una manifestación en la que hay "violentos" y debe hacerse con "personal capacitado", y consideró que en los incidentes frente al Congreso el operativo de seguridad fue "correcto" porque "nadie puede adueñarse del espacio publico como si fuera propio".

"Reprimir es la última instancia, cuando por ejemplo tenés violentos que empiezan a romper o tirar piedras, entonces ahí hay que reprimir con las fuerzas correctas y el personal capacitado", explicó Macri en una entrevista en La Nación+.

El jefe de Gobierno evaluó que "antes hay instancias para ir charlando y enfriar la situación" y llegado el caso de que haya episodios violentos "de ser necesario, con las fuerzas correctas y el personal capacitado cuando se quiere dañar lo que es de todos, es correcta la represión porque es el rol indelegable del Estado".

Macri consideró que ante manifestaciones como las que se desarrollaron el último viernes, cuando se dio media sanción al proyecto "Bases" en la Cámara de Diputados, "siempre" revisan los operativos de seguridad para mejorarlos, pero advirtió que "el mensaje claro es que nadie puede adueñarse del espacio publico como si fuera propio".

El jefe de Gobierno ratificó la denuncia presentada por la Ciudad ante el Ministerio Público Fiscal para que se investiguen "delitos y contravenciones" cometidos el viernes en las cercanías del Congreso y que se "identifique" a los responsables de los "daños en los bienes públicos de la ciudad", que según se detalló llegaría a $106.890.000 de costo.

Al respecto, Macri aseguró que en base a las imágenes de la Policía de la Ciudad que ofrecieron como prueba detectaron que en la manifestación "los violentos no fueron más de 200 y tenemos aproximadamente 50 identificados", incluso algunos "con afiliación a algunas organizaciones" a las cuales "también les vamos a iniciar demanda penal y demanda de daños y perjuicios".

"Estamos trabajando bien" con el presidente Javier Milei y con el ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, dijo Macri y afirmó que la nueva gestión "tiene crédito popular para los cambios" que quiere encarar.

Sin embargo, reconoció que hay "un gran nivel de dolor que soporta el laburante de clase media que no recibe ayuda" y llamó a que los Gobiernos locales incorporen "un grado de sensibilidad para tender una mano y estar atentos a esa ayuda que necesita el de clase media que no levanta la mano para pedir, pero que esta necesitando".