Una de las instituciones más exclusivas del país de a poco parece que va saneando sus cuentas, ya que primero tuvo que pagar el agua, y ahora logró un acuerdo para quedar al día con el ABL.
Hace un año y después de una larga negociación con Malena, cuya madre ya les había traído dolores de cabeza cuando intentaron vender una parte para hacer un microestadio, terminaron pagando 100 millones por el enorme predio en San Isidro donde funciona el hipódromo, el campo de golf, restaurantes y otras actividades.
Y para saldar el rojo con el municipio después de una tibia resistencia de algunos socios terminaron acordando con “El Cholito” ceder por 25 años terrenos en la línea del Hipódromo sobre Unidad Nacional, logrando una rebaja del ABL resignando sólo 2 de las 148 hectáreas en una de las zonas más caras, para que se destinen a espacios públicos.
