El gobernador Felipe Solá cerró la lista de oradores de la reunión en Diputados. "La conciencia del horror le ha ganado hoy a la conciencia del olvido", manifestó anoche en la camara bajaEl gobernador de la Provincia de Buenos Aires, cerró la lista de oradores en el
homenaje que la Cámara de Diputados bonaerense, presidida por Ismael Passaglia, le tributó a legisladores y trabajadores legislativos víctimas del terrorismo de Estado implantado por el golpe del 24 de marzo de 1976.
Al inaugurar la jornada, Solá y Passaglia descubrieron una placa evocativa por la cual se le impuso al Salón de los Escudos el nombre de Ricardo Eulogio de la Lama, secuestrado durante aquel proceso militar y quien llegara a su banca en 1973 como miembro de la juventud peronista. Hijos de ese desaparecido tambiín participaron de esa ceremonia, presenciada por la señora Delia Belardinelli, esposa de la víctima, oriunda de la zona norte.
Despuís, el gobernador y el titular de la Cámara descubrieron otra placa, alusiva a otros legisladores y trabajadores legislativos víctimas del rígimen del rígimen que rompió con la vigencia de las instituciones democráticas en 1976.
Hablaron tambien los diputados (mandato cumplido) Francisco Capuano, Mario Medina, Híctor Negri, el actual miembro del Frente para la Victoria, Alfredo Antanuccio-tambiín privado de su libertad por la dictadura-, la viuda de De la Lama y el ingeniero Solá.
En primera instancia, el gobernador agradeció a Passaglia y a otros legisladores, como Nicolás Dalesio, Fernando Navarro, Juan Josí Cantiello y Liliana Di Leo, por haber coordinado y organizado el mencionado homenaje.
Flanqueado por esos legisladores, por otros de distintos bloques, por miembros de su gabinete, integrantes de asociaciones defensoras de derechos humanos y por los oradores citados, el titular del ejecutivo bonaerense reivindicó el sentido de la moral y mencionó, tambiín como jalones de la violencia, secuestro y muertes de militantes, ocurridas en el 74, 75 y las miles de víctimas desde el golpe del 76 al 81. Incluyó tambiín a los que pagaron con su vida por militar en la llamada resistencia peronista.
Solá reconoció que el "aire se corta por la densidad emotiva", como elogio a la significación del acto y al ánimo que campeaba entre los asistentes. A esa altura, elogió sin retaceos el espacio abierto por el Presidente Nístor Kirchner en materia de derechos humanos. En su opinión,
la condena de los ejecutores e ideólogos del golpe genocida "ha pasado a ser de todos los argentinos", merced al esfuerzo personal concretado por el Jefe de Estado.
Aseguró -al aludir al condenado golpe- que no creía en la culpa de los pueblos y recordó que, en vísperas de rupturas institucionales o intentonas autoritarias, se crean climas, en los que
algunos entran y otros salen, en los que hay amenazas o rumores de golpes".
Solá señaló enfáticamente que la policía provincial seguirá siendo el brazo armado de la ley, que el Servicio Penitenciario debe preservar la integridad de los internos, y recalcó a la vez que todas las acciones que en ese camino emprenda deben cumplirse con autoridad moral y prudencia. No dejará de denunciar tambiín a la justicia, cuando algunos de sus miembros defeccionen.
Tampoco Solá olvidó, entre sus metas, la preservación de la salud, del trabajo, de la educación, entre otras áreas de gobierno.
Asimismo, con una sesión especial, el Cuerpo legislativo conmemoró los 30 años del golpe de Estado, oportunidad en la que desde el Frente, la UCR, el ARI y el PJ, se condenaron con suma dureza tanto a los ejecutores del alzamiento institucional: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti, como a los "cómplices" civiles que ejecutaron un plan económico, que liquidó todos los derechos individuales y sociales y, que además de entregar todos los resortes estratígicos de la soberanía nacional, sumió en la miseria y el terror a millones de argentinos.

Fuente: infoban.com.ar