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La justicia que investiga el crimen de Gabriel Izzo, el comerciante asesinado durante un asalto a su casa en San Antonio de Padua el 9 de junio último, identificó a un cuarto sospechoso que escapó de la escena del hecho herido de bala, informaron hoy fuentes judiciales.

Se trata de Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza (30), cuya captura nacional e internacional fue dispuesta en las últimas horas por el juez de Garantías 2 de Morón, Ricardo Fraga.

Los investigadores creen que Fernández Galarza fue herido en el tiroteo con Izzo, debido a las manchas de sangre halladas en el lugar.

Los voceros dijeron que el buscado tiene antecedentes por robo a mano armada y una causa penal en el año 2009 en la justicia porteña.

Fernández Galarza se suma ahora a la lista de prófugos por el crimen de Izzo, al igual que Diego Eduardo Correa y Gustavo Julio Alberto Mac Dougall, quienes también cuentan con pedido de captura nacional e internacional.

En la causa se encuentra detenido desde el sábado Gustavo Damián Potenza, quien fue capturado en uno de los allanamientos realizados en una vivienda ubicada en el cruce de José Enrique Rodo y Gibraltar, a unas cinco cuadras de la Comisaría 5ta de Merlo, en la localidad de Pontevedra.

Potenza negó haber participado del crimen de Izzo al ser indagado por el fiscal de la causa, Claudio Oviedo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón.

"Negó la participación en el hecho y negó haber estado en el auto" en el que se movilizaba la banda de asaltantes, dijo a Télam un vocero judicial, en referencia al vehículo Volkswagen Gol Power color gris utilizado por los delincuentes para huir tras el crimen y que fue hallado luego frente al kiosco de unos de los detenidos en la causa.

Potenza fue indagado como coautor del delito de "robo calificado por el empleo de arma de fuego, homicidio criminis causa dos hechos, uno de ellos en grado de tentativa -por la esposa de Izzo, que resultó herida- y portación de arma guerra".

Su abogado defensor solicitó que Potenza amplíe su declaración indagatoria el próximo miércoles luego de que pueda analizar los videos que son las pruebas de cargo contra su defendido.

Por otra parte, los investigadores se encuentran analizando las filmaciones de las cámaras de seguridad de la zona y aguardan los informes del contenido de los teléfonos celulares secuestrados a los detenidos y a los hallados en una mochila durante un operativo en el interior de una pizzería en la que trabajaba uno de los acusados.

En el marco de la causa también está detenido Walter Rodríguez Sierra, alias "El Uruguayo", dueño del vehículo utilizado en el hecho, quien declaró que se lo había vendido al prófugo Mac Dougall, aunque no había realizado la transferencia.

El viernes, "El Uruguayo" Rodríguez Sierra amplió su declaración indagatoria ante el fiscal e insistió en su inocencia, informaron fuentes judiciales.

Tras ello, el imputado se descompensó y debió ser trasladado al sanatorio Oeste de Ituzaingó, donde fue atendido y, una vez estabilizado, fue llevado otra vez a su lugar de detención.

El crimen ocurrió el viernes 9 de junio a las 4.20 en una casa de la calle Italia 1.077, a pocas cuadras del centro de la estación de San Antonio de Padua, donde vivía Izzo, dueño de un aserradero, junto a su esposa Silvana Andrea Petinari (56), hija del propietario de una empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques en Merlo.

Al menos dos delincuentes forzaron una persiana de madera tipo americana de la casa e ingresaron, tras lo cual sorprendieron al matrimonio.

Afuera, otros dos ladrones los aguardaban a bordo de un Volkswagen Gol Power gris.

Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió de la habitación para ver qué sucedía.

En esas circunstancias, se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon con armas de fuego y además lo apuñalaron.

La víctima también disparó, aunque sólo con el revólver dado que la pistola se le trabó y aparentemente no alcanzó a herir a nadie, añadieron los voceros.

Izzo fue alcanzado por al menos cinco proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, mientras que su esposa fue apuñalada y golpeada.

En la vivienda también se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Otruba de Petinari (83), quien resultó ilesa ya que no salió de la habitación.