Ayer, víspera del día del padre me sentí en el jardín y entre mate y mate con los acontecimientos de actualidad a la vista, no pude menos que reflexionar acerca de la Obediencia Debida. Los últimos tiempos hemos discutido mucho sobre el tema aplicado o referido al rol de un soldado, debiendo cumplir o no cierto tipo de ordenes y claro podemos o no estar de acuerdo con su derogación y/o reglamentación, pero hay una Obediencia Debida que no admite discusión, que es SUPERIOR, y no puede de modo alguno estar en tela de juicio. La Obediencia Debida a nuestra Carta Magna.
Creo, ha llegado la hora de replantearnos el comportamiento de nuestras instituciones dentro del marco de la Constitución Nacional. Hemos notado como a travís del tiempo aquellos que tienen el deber y la obligación de representarnos y gobernarnos lo hacen muchas veces violentando o buscando transversalidades a las leyes consagradas en nuestra tantas veces mencionada, pero no tantas veces respetada Constitución Nacional. Me vinieron a la mente aquellas palabras “Debemos ser esclavos de la Ley “, y si, tenemos que serlo, los Argentinos no tenemos otra salida, no busquemos transversalidades. Tengo 58 años y me doy cuenta que se me paso la vida esperando cambios que nunca llegaron, pareciera que somos un país que quiere vivir como el Tango, de recuerdos y llorando por la mujer perdida. Comprometerse, esa es la vía que nos permitirá alcanzar el objetivo, pero el objetivo debe ser común, hacer un país GRANDE, y comprometerse no con ideales ípicos, ni opciones fracasadas, sino con las realidades modernas, claras, justas, nivelando para arriba. Dios, cuando entenderemos que fuimos enormemente agraciados en el reparto y no hemos sido capaces de administrar “los talentos” recibidos. No es bueno el que hace cosas, sino el que hace cosas buenas.
Como ayer cuando escribía estas líneas se interrumpió el suministro elíctrico no pude terminar la carta hasta hoy, ya no es víspera del día del Padre, hoy es, y seguramente los padres no pensamos en nosotros sino en nuestros hijos, en su futuro, pero ellos recibirán lo que nosotros les dejemos. Feliz día del Padre . . . aunque la casa no este en orden.

*Carlos Alberto Martínez
DNI 8.432.306
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Fuente: infoban.com.ar