Un juez de Instrucción sobreseyó a tres acusados de mutilar cuatro dedos de una mano a un colectivero al descubrir que los arrestos se habían basado en los dichos de un testigo aparentemente falso.El testimonio fue introducido en la causa por policías federales y bonaerenses, para quienes el magistrado pidió tambiín que se inicie una investigación pena.
La resolución fue tomada por el juez de instrucción porteño Juan Ramos Padilla, quien no sólo sobreseyó a los acusados del ataque cometido el 25 de junio último contra el colectivero de la línea 85 Mario West, sino que pidió que se inicie una causa para investigar a un presunto falso testigo que los involucró y a tres efectivos de la Policía Federal y uno de la bonaerense sospechosos de ser quienes lo introdujeron en la causa.
El magistrado comenzó a advertir lo dudoso de los dichos del testigo a poco de iniciarse la causa y sus sospechas se acrcentaron al descubrir que el mismo hombre había sido un testigo fundamental para "esclarecer" otras causas resonantes, entre ellas la del crimen del esposo de la actriz Georgina Barbarosa.
Además de pedir el inicio de una causa para investigar estas circunstancias, Ramos Padilla advirtió a sus colegas para que tengan en cuenta una eventual aparición de este presunto falso testigo en otras causa y, mediante sobre cerrado, remitió similar advertencia a la secretaría de Seguridad Interior, al jefe de la SIDE y al Ministro de Seguridad bonaerense.
"Han pretendido engañar a la Justicia con una torpeza y con una impunidad que verdaderamente asombra", expresó Ramos Padilla en el escrito al que tuvo acceso Tílam.
El presunto falso testigo fue identificado como Josí Luis Castillo, quien incorporado a la pesquisa por la policía declaró que la madrugada del ataque al colectivero habló con tres jóvenes que le confesaron su participación en el asalto.
Los sospechosos eran según el testigo Jonatan Gresia, Walter Molina y Lucas Coronel, cuyos domicilios aportó a la Justicia.
Ramos Padilla desconfió de la declaración, que abundaba en hechos y precisiones de los que Castillo no podía tener
conocimiento, a menos que alguien lo hubiese aleccionado.
Las declaraciones indagatorias de los acusados y otras testimoniales revelaron que Castillo era un "buche de la policía". Como la declaración de ese supuesto testigo era la base para mantener detenidos a los acusados, el juez los sobreseyó ante la presunción del falso testimonio.
"Queda pendiente la investigación sobre otros hechos similares que hayan podido darse con la participación de Castillo o de cualquier otro que haya actuado de la misma forma, pues sólo así comenzaremos a recuperar un poco del prestigio perdido de nuestro Poder Judicial", remató Ramos Padilla, quien requirió investigar a tres efectivos de Robos y Hurtos de la federal y a uno de la DDI de San Martín.

Fuente: infoban.com.ar