Ph: Gentileza

Los vecinos de La Ñata que durante los años de gobernador de Daniel Osvaldo sufrían los vuelos rasantes de los helicópteros, temen que el flamante ministro de Desarrollo Productivo vuelva a las andadas en “sciolilandia”, el complejo donde todo es color naranja que sigue siendo escenario de grandes definiciones de futsal, y donde semanas atrás se dio el gusto de volver a jugar en un partido oficial y donde conserva dos palcos con estatuas de Evita, Perón, Alfonsín, Ghandi, Néstor y Clinton, con Mandela, El Che, además de Churchill y Lula da Silva .

Más de una vez la tranquilidad que caracteriza a ese rincón del partido de Tigre se ve alterada por los movimientos del ahora ministro, que disfruta de recibir a todo tipo de personalidades en el quincho con vista al río Luján y que tuvo un poco de paz durante la aventura brasilera del ex gobernador.