El autocine, los autorecitales y las automisas en Alvear y el rio, pusieron en la mira de los sabuesos de ARBA las deudas que tenían los explotadores de las tierras públicas donde funciona el predio de la alegría para muchos sanisidrenses, que pagaban 1200 pesos las entradas para ver películas que están en el cable con tal de salir un rato de sus casas durante la cuarentena.

En total reclaman unos 27 millones por canon de ocupación de las tierras ganadas al río y otros 200 mil por ingresos brutos. Según los conocedores del mundo de los autocines con esos montos no hay manera de que los números de una de las nuevas vedettes del entretenimiento pandémico cierren.

Pero el tema no queda ahí ya que una vecina de San Isidro quedó al frente de la oficina que centralizará el control de los terrenos fiscales de la provincia, y es justamente la ministra de Gobierno Teresa Garcia, que además  ya está escuchando a los clubes náuticos que están en conflicto con el proyecto de Posse para el puerto.