Ph: Gentileza

La exclusión de seis equipos de la liga de baby sanisidrense tuvo como principal justificativo que la mayoría de sus integrantes no son oriundos del distrito “distinto”, aunque admitiendo en la misma frase que algunos sí, y que seguramente por esas cosas de la integración social y barrial que no reconoce límites distritales y que se da en esas instituciones, participan desde hace décadas en San Isidro.

Pero al parecer la motosierra que aplicaron a 600 pibes es para que los pibes que sí pertenecen a instituciones cuyos padres voten en el distrito fue para poder brindarles una vianda.

Un viejo lobo del mundo de los clubes de barrio se agarraba la cabeza mientras sacaba cuentas del ínfimo ahorro para un presupuesto como el de San Isidro respecto a la labor que hacen esos clubes, y recordaba que ni en tiempos del muro en la calle Uruguay se cometían semejantes sincericidios. “Un solo pibe que caiga en la calle cuesta mucho más que el palito que se piensan ahorrar” lamentaba.