De recorrida por Munro se refirió a las elecciones porteñas, donde Nuevo Encuentro logró dos bancas de diputados. El legislador bonaerense que gobernó durante 10 años el distrito de Morón y que ahora se presenta para gobernar la provincia adosado a la boleta presidencial de la presidenta, pero en disidencia con Daniel Scioli y los intendentes del conurbano, realizó una caminata por Vílez Sarfield entre Mitre y la estación de Munro, y brindó una charla para periodistas y público en la tradicional confitería Astral. Estuvo acompañado por el candidato a diputado provincial por la Primera, y especialista en temas de seguridad Marcelo Saín, y los candidatos locales Julio Ceresa, Gastón Sánchez y Analía Rovner.
Cuando se hacen este tipo de acciones proselitistas los militantes se encuentran con un porcentaje que no acepta los volantes mascullando alguna puteada antipolítica, por lo general de edad avanzada y con rezabios de tantas dictaduras, los que lo rechazan por cuestiones de simpatías partidarias, y los que se interesan por conocer las distintas propuestas, entre este último sector hubo varios vecinos y transeúntes curiosos que se acercaron a la Astral a escuchar a los candidatos.
La prensa interrogó al diputado moronense acerca del impactó que sufrió el progresismo ante la impactante elección lograda por el partido de Mauricio Macri en la capital de la Argentina.
“Macri todavía no ganó, triunfó muy claramente en primera vuelta, pero el campo popular tiene la oportunidad de reforzar la convocatoria a defender lo ya conquistado por este modelo, reforzando la militancia, hablando con la gente, es otra oportunidad”.
Sabbatella hizo su acostumbrada defensa no exenta de críticas al modelo kirchnerista, puso como ejemplo los logros del distrito que gobernó durante casi tres periodos, que “sirven más que las palabras”, en torno a la transparencia, a la planificación urbana, cultural y productiva, y al desarrollo social y educativo.
Fue acompañado por una entusiasta e importante cantidad de militantes que rescatan algunos valores olvidados de la política, como el gusto por la polímica y la confrontación desinteresada de ideas, y que rechazan las modas del marketing político, como el mentir para no caer en incorrecciones políticas, sobre todo ahora que casi todos los candidatos se sienten progresistas.

Fuente: infoban.com.ar