La Cámara de Diputados sesionaba desde las 14.20 para tratar el proyecto de ley que avala el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a partir de un dictamen que obtuvo ayer un amplio respaldo político luego de intensas negociaciones, mientras en las inmediaciones se registraron incidentes con un grupo de manifestantes que se opone al entendimiento.

La sesión, que se inició con la presencia de 129 diputados en el recinto, número exacto para el quórum, se extendería hasta la medianoche.

En la apertura, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa precisó que el acuerdo con el FMI será "el único tema de la sesión" y pidió a los diputados que el debate sea "con el máximo respeto y nivel posible, teniendo en cuenta la trascendencia del tema, ya que es la primera vez en la historia democrática que un tema de estas características se debate en el Congreso".

El acuerdo sobre el texto fue el fruto de varias reuniones desarrolladas durante toda la jornada de ayer entre representantes del oficialismo y de otros bloques opositores.

El dictamen obtuvo el respaldo de casi 80 firmas de integrantes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas, a partir de los avales del Frente De Todos (FdT), Juntos Por El Cambio (JxC), el interbloque Federal y Provincias Unidas.

Minutos después de que comenzara la sesión, un grupo de manifestantes de izquierda que concentraba en la plaza comenzó a arrojar piedras y quemar neumáticos en la zona, tras lo cual efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires armaron un escudo frente al edificio del Congreso e iniciaron un operativo de desalojo.

En la primera exposición, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda Carlos Heller (Frente De Todos), aseguró que "este gobierno, por sus principios, jamás hubiera recurrido al FMI sino que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar" con el organismo internacional.

"Hay un gobierno que por sus principios jamás hubiera recurrido pero que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar", enfatizó el legislador al exponer en el recinto en la sesión especial de la Cámara de Diputados.

En ese marco, Heller sostuvo que en el acuerdo "no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han primado en otros entendimientos" aunque dijo, "no hay nada que festejar".