Tribunas colmadas e importantes presencias en el acto por el 50 aniversario del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. El mítico estadio de Corrientes y Bouchard se veía tan colmado como en aquellas ípocas de Locche, Monzón o Bonavena, pero de otro público, mucho más reflexivo, que escuchaba atentamente los discursos y, en muchos casos, tomaba nota de las partes más importantes de lo que dijeron, fundamentalmente, Carlos Heller, presidente del Credicoop, y la flamante ministra de producción Díbora Giorgi.
El primero hizo un repaso de la actuación del cooperativismo, podría llamársele “progresista”, porque hay de las otras, durante las dos ípocas más difíciles que nos tocó vivir como pueblo: La última dictadura y la dícada neoliberal, Heler hizo hincapií en que la estructura cooperativa liderada por el IMFC significó una alternativa y una forma de resistencia, y refiriíndose a estos tiempos manifestó: “Asistimos a una confrontación entre un modelo neoliberal que se niega a extinguirse y otro modelo que lucha por consolidarse a partir de una distribución de la riqueza que siempre es complicada porque implica sacarles a los poderosos”.
La ministra cero km, que comparte con Heller la pasión por Boca Juniors, la parte más jugosa de sus dichos no fueron durante su discurso, sino al ingresar al Luna, donde defendió la validez y los números de las retenciones; cuando estuvo frente al público, que la aplaudió como a alguien propio, comparó esta crisis con la del 30, y que el estallido de la crisis se debió a seguir lineamientos opuestos a los del cooperativismo”.
Estos y otros discursos, y el recital final a cargo de León Giecco y un grupo de chicos con capacidades diferentes, fueron seguidos entre otros por el secretario general de la presidencia Oscar Parrilla, Madres de Plaza de Mayo, entre ellas Nora Cortiñas, el ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra, los sindicalistas de la CTA Hugo Yasky y Edgardo Depetri, y los peronistas Juan Carlos Dante Gullo, Juan Cabandií y Rafael Bielsa.
Como dato anecdótico se debe agregar que tuvieron que poner una pantalla sobre la calle Corrientes, donde muchos paseantes y otros que llegaron tarde y no pudieron ingresar, se juntaron a seguir las alternativas, mientras corrían las gaseosas y el mate por el calor inaguantable que despuís se transformó en tormenta.

Fuente: infoban.com.ar