Una movida para darle una mano a Cobos. Antes de lanzar su candidatura, Eduardo Alberto Duhalde se reunió con la UIA, con la Mesa de Enlace y con el Grupo Clarín, quienes le prometieron su apoyo. El ex gobernador y presidente interino es su hombre de confianza, pero ¿Para ganar?.

No. Saben que Duhalde no puede ganar una elección por su altísimo nivel de impopularidad en los sectores no peronistas, la estrategia de las corporaciones es la de dividir al Peronismo, partirlo al medio, porque con un PJ disciplinado Kirchner puede volver a ganar, y las corporaciones no quieren saber nada, el problema es que tienen que luchar con un hombre que tiene un piso de alrededor del 35%, con lo cual bien puede ser el ganador de la primera vuelta, aunque no le alcance para triunfar en un ballotage.

Las corporaciones ya han decidido que venció el período K, pero K piensa lo contrario y se encamina hacia su candidatura. Las corporaciones tienen temor de que el hastío de los sectores medio altos con el gobierno nacional pueda extenderse a otros sectores, y la derrota de los K se expanda a una crisis política general, retomando el "que se vayan todos" y surga un liderazgo incontrolable como un Chávez, un Correa o un Evo Morales.

Hay sectores del empresariado y de la política que piensan que es necesario oxigenar a la ciudadanía con un período presidencial sin el Peronismo en la Rosada, pero conservando el control a partir de la presencia en intendencias y gobernaciones; muchos intendentes ven con buenos ojos una candidatura de Julio Cobos, que tendría un solo mandato ya que es vicepresidente aunque no parezca.

La candidatura de Duhalde aparece porque de esta forma se convierte en un ariete anti K, ya que no aparece otro, y no aparece otro porque ninguno tiene el piso de Kirchner y sienten temor de enfrentarlo en una interna, Duhalde sabe que no le puede ganar, pero sí puede debilitarlo al santacruceño, agrupando tras un liderazgo fuerte a todos los díscolos.

Pero empezó distribuyendo mal el juego, como una especie de Riquelme con migraña, se la empezó a pasar a los contrarios, favoreciendo los contragolpes fulminantes de los del equipo de enfrente. Reutemann los ninguneó con desprecio, Das Neves y Felipe Solá se le rieron, no se puede decir que el supuesto liderazgo deba ser tenido en cuenta seriamente por alguien más que Clarín y las otras corporaciones, que no están acostumbradas a que un gobierno les toque la cola, les moje la oreja, aunque lo haga desde la más pura concepción capitalista.

Debilitando a Kirchner a partir de fracturar al Peronismo le abre la puerta a Cobos, que debería estructurar un armado electoral con ramificaciones hacia derecha e izquierda para resultar atractivo para distintos sectores, a la derecha la tiene, y confía en que Hermes Binner comparta la fórmula, pero todo indica que el mídico santafesino pretende no ser el vice de un armado entre quienes se encuentren los sojeros de la Mesa de Enlace y los devaluadores de la UIA, sino el candidato a presidente de un frente progresista por fuera del PJ, con Margarita Stolbizer, Sabbatella y hasta el complicado Pino Solanas, pero las corporaciones prefieren a Cobos y un gobierno que no parta del techo kirchnerista para avanzar más en la redistribución.

Duhalde lo que hace es patear para el lado de Cobos poniíndose como árbitro dentro del Peronismo, con un discurso bien a la derecha, planteando que Kirchner es un loco como Chávez. Todavía no le sale, en vez de congregar opositores, desparrama todavía a la fragmentada oposición peronista.

Sin embargo la cadena nacional de medios privados sigue dándole un espacio sospechoso, y adjetivándolo con valores que parece no tener, ya que habla de un loco que rompe todo, pero que indudablemente significa un avance en este país donde otra vez los cinco que manejan al poder tras las sombras pretenden que los argentinos optemos entre Menem y Duhalde.

Fuente: infoban.com.ar