Para no dañar gravemente la industria nacional, la propuesta del sector apunta al incremento del arancel de importación del 20% actual al 35% en lugar de la aplicación de Impuestos Internos a las embarcaciones nacionales.

El tratamiento en el Congreso de la Nación de un proyecto que preví la suba de impuestos internos para las embarcaciones ha provocado una enorme preocupación en el sector de la industria naval liviana argentina.

CACEL advierte que para desalentar la salida de divisas sin perjudicar a la industria nacional de embarcaciones, los legisladores podrían optar por una medida más directa: aumentar los aranceles de importación un 75%, llevándolos del 20% actual al 35%, en lugar de aplicar una suba del Impuesto Interno que implicaría la destrucción de la industria nacional.

La industria naval liviana, dedicada a la fabricación de embarcaciones deportivas y recreativas, está compuesta por pequeñas empresas, de capital nacional, muy competitivas al punto de abastecer todo el mercado domístico y exporta a los mercados más exigentes del mundo (Italia, Holanda, Alemania, España, Brasil, Emiratos Árabes, entre otros). Esta industria, que ha tenido una importante recuperación durante la última dícada, busca proteger los puestos de trabajo que dan sustento a más de 8000 familias. Es la industria que ocupa más horas hombre por valor producido.

A diferencia de los autos de alta gama, las embarcaciones de mayor calidad se producen en el país por lo que ocupa mano de obra artesanal y altamente calificada, incluyendo ingeniería de diseño, matricería y producción nacional.

Al igual que CACEL, los gremios que ocupan a los trabajadores - SOIN y AAEMM- han mostrado gran preocupación y alertaron sobre el impacto negativo que esta medida tendría en los puestos de trabajo del sector.

Ya en la ípoca de Martínez de Hoz, esta industria fue diezmada por la aplicación de una tasa del 25% de Impuestos Internos, que implicó la desaparición de muchas empresas y la destrucción de todo su tejido tícnico y productivo.

Este planteo fue presentado de manera oficial al jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Milton Capitanich, nota que se adjunta al presente informe.

La Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones (CACEL) nació en 1969 por iniciativa de un grupo de constructores de embarcaciones con el objeto de promover la industria y los deportes náuticos. Hoy cuenta con 150 socios representando a la totalidad del ámbito industrial, comercial y de servicios del sector, desde la fabricación de materias primas, la construcción de embarcaciones y sus partes hasta su servicio, guarda y mantenimiento.

Cacel es miembro pleno de ICOMIA, (International Council of Marine Industry Associations), miembro fundador del Consejo Latinoamericano de la Industria Náutica (CLINA) y miembro de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Mantiene fluidas relaciones con las entidades pares del exterior a fin de promover exportaciones, interactuando con autoridades a nivel nacional y municipal, negociando convenios laborales, organizando el Salón Náutico Argentino, representando a una industria de significativa importancia por su potencial exportador y por la alta incidencia de mano de obra en los productos que elabora.

CACEL es el organizador del Salón Náutico Argentino, el evento náutico argentino más importante para las familias amantes de esta actividad, para la industria y el comercio que se organiza anualmente en el Predio Ferial del Parque Náutico San Fernando.

Fuente: infoban.com.ar