El de 1894, en Maryland; sencillamente, un hombre extraordinario que escribió libros extraordinarios y creo un estilo mundial de literatura.Apenas pudo terminar la primaria, no pegaba con el común de la gente, a los 14 empezó a trabajar como mensajero en el Ferrocarril de Baltimore y ya ahí se empezó a notar que era alguien especial, ya que era considerado un diligente  trabajador pero jamás llegaba a horario, aunque despuís compensaba con creces el retraso, por lo que fue echado, el Jefe de la Estación, por el cariño que le tenía, le dijo que si prometía llegar a tiempo lo reincorporaba, pero Hammett le respondió que no podía prometer eso. Ya demostraba ir contra la corriente.
A los 21 años entró como detective a la famosa agencia Pinkerton, viviendo experiencias que despuís retrataría genialmente en sus libros, de su jefe James Wrigth creó al personaje San Spade, el antihíroe gordito y retacón..
A los 24 se alistó en la Armada para ir a luchar en la Primera Guerra Mundial, pero al cumplir 1 año en el frente contrajo tuberculosis, enfermedad que jamás lograría curarse.
Al volver a Estados Unidos se dedicó a la publicidad, contrajo enlace, tuvo dos hijas y se separó, su vida era monótona hasta que en la famosa revista Black Mask comenzaron a publicarle sus cuentos, ese fue un momento fundacional, ya que de sus primeros relatos cortos fue puliendo una obra que sería la que inaugurará un estilo, la Novela Negra; Cosecha Roja, una pintura de la corrupción imperante en la sociedad Yanki, fue la piedra angular de todo un movimiento literario, teatral y cinematográfico que despuís continuarían Raymond Chandler y tantos otros, hasta nuestro Osvaldo Soriano, uno de sus grandes admiradores.
Se convirtió en un hombre famoso y rico, era alto, de abundante pelo canoso y ojos oscuros, tristes y apasionados, fue muy perseguido por las mujeres pero durante 33 años mantuvo una tormentosa, bella, inigualable relación de amistad-amor con la escritora Lilian Hellman.
Cuando trabajaba para Pinkerton fue utilizado como rompehuelgas, allí conoció a los sindicalistas comunistas y simpatizó con el Movimiento Obrero, pero cuando estalló la Segunda Guerra, enfermo y con más de cuarenta sobre los hombros, se alistó y fue enviado al frente en las islas Aleutianas, siendo uno de los pocos que peleó en las dos grandes guerras. En el cuartel, Hammett, que era un hombre famoso, era reverenciado por los soldados y por los oficiales, que contaban, por ejemplo –No dábamos más de frío, de miedo, de soledad, pero ¿cómo mostrarnos díbiles si ahí estaba Hammett?-
De vuelta a casa fue víctima del Macartismo, obligado a declarar y encarcelado seis meses acusado de comunista, le preguntaban por una lista de personas que donaban dinero para el partido, que íl no conocía, pero prefirió pasar por la prisión que dejarse intimidar por los fanáticos de su gobierno, dando una lección de ítica que fue tema central durante meses en aquel país. Militó muchos años en defensa de los derechos Humanos, que allá se llaman derechos Civiles. Y en la prisión su trabajo, que lo hacía, como siempre, con total responsabilidad, era limpiar los inodoros.
Muy mal de salud, enemistado con Lilian Hellman a causa de su alcoholismo, incapaz de retomar la literatura, fue deteriorándose, pero aún así se recompuso y consiguió que su amiga se convirtiera en una extraordinaria autora teatral. Un día , despuís de un episodio de delirium tremens por el alcohol, su mídico le dijo que si seguía tomando moriría y íl le prometió que dejaría de hacerlo, y lo hizo de un día para otros, cuando ya el cáncer de pulmón avanzaba la Helman le autorizaba un whisky al atardecer, que tomaban juntos religiosamente.Un día ella le preguntó como logró dejar de beber, y el le respondió que porque lo había prometido.
 El 10 de enero del 61 murió en un hospital de Nueva Cork.
Hombre irreductible, personal, inclasificable y querible, dejó varios cuentos y dos o tres novelas geniales, como Cosecha Roja, El detective de la Continental, Un hombre llamado Spade, Una mujer en la oscuridad y El halcó

Fuente: infoban.com.ar