Ante una gran cantidad de público, el Club Atlítico San Isidro venció al San Isidro Club, en una nueva edición del partido más esperado del rugby nacional.

Suenan los bombos y los redoblantes en las dos tribunas; los hinchas agitan las banderas y alientan durante todo el partido; chicos de todas las edades miran atentos lo que ocurre dentro del campo de juego; todos cantan y bailan. Son postales de una tarde especial, de un encuentro esperado durante todo el año. San Isidro vivió una fiesta ayer por la tarde con una nueva edición del clásico más importante del rugby nacional. En la cancha, el Club Atlítico San Isidro (CASI) venció al local, el San Isidro Club (SIC), por 51 a 7.

El intendente, Gustavo Posse, se acercó a Boulogne junto a sus hijos, Melchor y Macarena, para presenciar el encuentro. “Esto es una concentración de vecinos y amigos, que nos reunimos para ver este clásico del rugby. Acá no importa cómo viene cada equipo, es un partido aparte, uno puede estar peleando la punta y otro más abajo, pero los dos van a poner lo mejor de sí y el resultado siempre es incierto, puede ganar cualquiera”, expresó Posse, y confesó tener el corazón en ambos clubes.

Posse destacó el clima de este clásico, donde en las tribunas conviven en paz las dos hinchadas, sin insultos ni agresiones: “San Isidro vive este evento de una manera muy linda. Hay un almuerzo previo y un tercer tiempo despuís. Vienen muchas familias, hombres y mujeres de todas las edades. Tambiín hay que destacar el respeto por el arbitraje, siendo un deporte de tanto contacto y con reglas tan complejas. Como vecino lo disfruto mucho”.

El partido correspondió a la octava fecha del torneo “Top 14” de la Unión de Rugby Buenos Aires (URBA). Se trató del 119º clásico de la historia. El CASI domina el historial con 64 triunfos, mientras que el SIC cosechó 45 y hubo 10 empates.

Antes de salir a la cancha, Rolando Martin, entrenador del SIC, afirmó: “Este es el partido esperado por todos. Con el CASI somos amigos durante los 365 días del año, pero en estos 80 minutos cada uno defiende su club a morir. No hay nada más lindo que jugarlo, cada clásico es único e irrepetible y siempre les digo a los jugadores que lo tienen que disfrutar al máximo”.

Muchas mujeres tambiín dijeron presente en el SIC. Enfundadas con los colores de su club, no se quedaban atrás en el aliento hacia sus equipos. “Nosotras somos de San Cirano, pero no nos queríamos perder este evento que moviliza a toda zona norte. Es el clásico de la URBA, no hay otro enfrentamiento más importante en el rugby”, afirmaron dos de las tantas jóvenes presentes.

En el campo de juego, el CASI fue un incuestionable vencedor. Pero durante toda la jornada, sobresalió la amistad y la camaradería entre los dos clubes.

Fuente: infoban.com.ar