La senadora bonaerense Malena Galmarini criticó el proyecto de flexibilización y precarización laboral que impulsa el gobierno nacional de ultraderecha de Javier Milei, y planteó alternativas superadoras.
En una serie de tuits, la dirigenta de Tigre advirtió que “esta no es la reforma que necesitamos” y destacó que desde el Frente Renovador trabajan en una propuesta alternativa “que aumente el empleo formal haciendo crecer la economía y cuidando a nuestras pymes, que generan el 80% del trabajo en Argentina”.
En ese sentido, la legisladora planteó la necesidad de avanzar hacia una simplificación tributaria real, destacando que “no se puede tratar igual a un pequeño comercio o micro pyme que a una gran empresa”.
Para Galmarini, el incentivo debe estar puesto “en producir e innovar, no en la especulación”. También remarcó que acompañar a las mujeres debe ser una prioridad, promoviendo más crédito, capacitación y cobertura en cuidados ante “la ausencia total de inversión en jardines”, y propuso la universalización de las licencias como una forma de alcanzar “justicia social real”.
Asimismo, la senadora hizo hincapié en la situación de los trabajadores de plataformas, reclamando “transparencia e ingresos dinámicos” y señalando que “el algoritmo debe reconocer derechos y protección”. Y sostuvo: “Nuestra visión incluye un modelo de trabajo con derechos, protección y, sobre todo, futuro. No buscamos solo describir lo que pasa; trabajamos para cambiarlo”.
Galmarini cuestionó los resultados del modelo económico actual. Ante eso, señaló: “La reforma laboral de Milei ya está en marcha y ya fracasó”. Y advirtió que las consecuencias se sienten en todos los sectores: “Casi 20.000 PyMEs menos, una desocupación del 8% que golpea sobre todo a jóvenes y mujeres, y un pluriempleo récord del 12%”. En este contexto, subrayó que “no son estadísticas, son proyectos de vida truncados”, y alertó que la caída del poder adquisitivo afecta cada vez más a docentes, jubilados y trabajadores de la salud.
Por último, la senadora rechazó las medidas que buscan consolidar la reforma en debate, advirtiendo que implican “vacaciones cuando el empleador quiera, sueldos en bonos o tickets, techo a los salarios, robo de horas extras y desfinanciamiento de la seguridad social para facilitar despidos”. Y concluyó con firmeza: “No es por acá”.

























