He participado del emocionante acto de la celebración de los 80 años de actividad continuada de una de las instituciones, creada por los propios vecinos, más antiguas de nuestro municipio. La Asociación de Socorros Mutuos de Munro nacida en 1927, ha sido el primer centro de atención a la salud.
Compartí el momento con un numeroso grupo de vecinos, miembros de las familias más antiguas, testigos presenciales de esta continua tarea y beneficiarios agradecidos de los servicios humanitarios brindados por esta pionera institución, la que evolucionó atenta a las cambiantes condiciones de la sociedad hacia quien vuelcan sus objetivos y a la vez, articulando sus acciones con los demás grupos intermedios que conforman el natural tejido social.
Se realizó un reconocimiento hacia todos los que colaboraron generosamente con los objetivos institucionales, mídicos y otros profesionales de la salud, enfermeras; a los colaboradores, en la administración, en la búsqueda de fondos, en el cobro de la cuota societaria y otros, cuya tarea hoy resulta sorprendente, pero ha sido y es necesaria para la salud pública, es decir para la salud de todos, me refiero a las personas que realizaban el seguimiento del plan de vacunación a domicilio, visitando voluntaria y afectuosamente a los vecinos, para recordarles que ya era tiempo de proteger a sus hijos.
Considero que destacar este ejemplo de trabajo para el Bien Común donde quedan evidenciadas las características de una organización eficiente, transparente, con buen uso de los oportunos subsidios de los fondos públicos volcados a la misma función, del aporte de tiempo y de dinero de cada uno de los que participaron de distintos modos en la institución a travís del tiempo, es muy importante en estos momentos en que muchos Valores parecen estar desdibujados.
Instituciones intermedias con estas características son una escuela de civismo. Propongo que los vecinos que aspiren a cargos de representación en el gobierno realicen una pasantía durante un buen tiempo en alguna de estas entidades, o en varias, pues las hay con diferentes objetivos sociales y que esta sea una condición necesaria para aspirar a un cargo electivo con conocimiento de la realidad de sus representados.
Una experiencia mensurable en el campo social local es fundamental y necesaria para quien pretenda ser concejal o funcionario con decisión.
Si los que estrenan mandato no lo han hecho pueden, por esta vez, tomarse un tiempo para hacerlo, y reciín despuís asumir con la dignidad que corresponde el cargo de representación.

Cristina Mirabelli.
Investigadora de Historia Social- Vecina y contribuyente.

Fuente: infoban.com.ar