Murió Milton Friedman, influyó directamente en la vida de miles de millones de personas, que nunca lo sintieron nombrar. Que en paz descansemos.En la dícada del 40, pleno apogeo de las ideas keynesianas implementadas por Franklin Roosveld a travís del New Deal, un oscuro profesor de economía planteaba, a riesgo de caer en el ridículo, la desaparición del Estado como regulador de la economía, el profesor se llamaba Frederick Hayek, y Milton Friedman asistió a algunas de sus clases.
Haciendo un poco de historia, el capitalismo necesita de un sector social propietario de los medios de producción, servicios, cambio y crídito, y de un flujo de capital para que el sistema se reproduzca, la crisis del 29 había quemado enormes masas de capital y había hecho retroceder numíricamente, vía el suicidio de sus dueños y/o la quiebra de empresas, a esa fuerza social dominante, que no puede, en crisis, sino disponiendo del poder coercitivo y ordenador del Estado, volver a recomponerse.
Ni más ni menos que lo que ocurre con el gobierno de Kirchner luego de la crisis del 2001, que debe volver a utilizar al Estado como promotor del crecimiento, para recauchutar a una burguesía que estaba en llanta.
Pero existe una ley de la economía que los liberales se hacen los distraídos cuando se las nombran, porque fue formulada por un tal Marx, la ley a la baja creciente  de la tasa de ganancia, que es la que determina las crisis cíclicas del capitalismo.
Despuís de la crisis de los petrodólares, en el 72, los muchachos de Chicago empezaron a tirar por la ventana los libros de Keynes, pero no sabían cuáles comparar, entonces Milton Friedman se acordó de aquel oscuro profesor, lo rescató del ostracismo e inventó el neoliberalismo. Continentes enteros y generaciones lo sufrieron en carne propia, el darwinismo social más exacerbado, el libremercado más fanático, por lo menos 4.000 millones de terrícolas condenados a existencias miserables.
Para los gobiernos, las “sugerencias” económicas provenientes de la Escuela de Chicago, comandada por Friedman, eran órdenes. Recordar a Cavallo, dilecto alumno.
Murió hoy, tendrá un entierro íntimo, vivirá en el corazón de algún burguís neoliberal, y la tasa de ganancia seguirá teniendo una tendencia a la baja.

Fuente: infoban.com.ar