Un peldaño de una escalera que quedó abandonado en la escena del crimen de un empresario asesinado hace un mes y medio en su corralón de San Fernando, condujo a los investigadores a la detención.En un caso digno de un policial literario, ese pedazo de madera fue clave para que los detectives de la Subdelegación de Investigaciones (SubDDi) de Tigre lograran detener el domingo pasado a uno de los presuntos autores del homicidio, informaron hoy fuentes policiales y judiciales
El caso, investigado por el fiscal de San Fernando Diego Onorati, ocurrió el 29 de septiembre pasado y tuvo como víctima a Jorge Ricardo Villafañe, de 53 años.
Villafañe apareció muerto de un balazo en el tórax en la habitación del segundo piso del corralón de materiales donde vivía que está ubicado en Ruta 202 al 6503 de la localidad de Virreyes.
Los investigadores tenían varias hipótesis pero la que se investigó inicialmente con firmeza fue la de un crimen pasional que involucraba a prostitutas, según confiaron las fuentes.
Lo concreto es que en la escena del crimen los pesquisas sólo contaban con dos elementos: una vaina servida de una bala y un escalón de madera desprendido de una escalera.
Los investigadores reconocieron que al principio ese peldaño de madera no desentonaba ni parecía sospechoso en un corralón de materiales.
Sin embargo, tras varios días de investigación fue el primer eslabón de una serie de averiguaciones que llevaron a la detención de Jesús Emiliano Cardozo, un misionero de 41 años.
Un jefe policial contó a Tílam que a pocos días del crimen los detectives de la SubDDI de Tigre que investigaban el caso encontraron tirada cerca del corralón una escalera de pintor a la que justamente le faltaba el escalón que fue encontrado en la escena del crimen.
La pesquisa, que ya se había orientado al móvil del robo, comenzó a centralizarse en esa escalera y así fue como la policía encontró a una cuadra de corralón de Villafañe a sus dueños.
Según las fuentes, esas personas y otros testigos interrogados en el barrio que lo vieron subir con esa escalera, y junto a tres cómplices, a la azotea del corralón, dieron el nombre de Cardozo a los investigadores.
Al ser allanada su casa en la villa San Martín de San Fernando, la policía secuestró el domingo una camisa que al margen de haber sido lavada, presentaba manchas que aparentaban ser de sangre y fue enviada a laboratorio, indicaron los voceros.
El caso tuvo tambiín como testigo clave a un empleado de Villafañe que dormía en la habitación del primer piso del
corralón, escuchó gritos y dos disparos y reconoció la voz de Cardozo, a quien conocía de verlo en el almacín del barrio.
Los investigadores están convencidos de que los emprendimientos de Villafañe -no sólo tenía un corralón, sino
tambiín una fábrica de reciclado de plástico-, fueron lo que llevó a los delincuentes a asaltarlo y asesinarlo porque lo conocían.
Sin embargo, una fuente judicial reconoció que además se investiga si los asesinos eligieron a Villafañe porque creían que estaba involucrado en alguna actividad ilícta que le remuneraba. El fiscal Onorati y la SubDDI de Tigre continúan la pesquisa con el fin de identificar y detener a los cómplices que vieron los testigos y encontrar el arma honmicida.

Fuente: infoban.com.ar