Pareciera que las profesías se cumplen, y lo que hace sólo 24 horas eran críticas contra el jefe de gobierno porteño, hoy son explicaciones de una realidad que se quiere anticipar a un desenlace que pareciera inevitable.
"van a gastar todos los cartuchos de acá a octubre" comentó un dirigente político nacional mientras se agarraba la cabeza por las perspectivas que la crisis mundial permite avisorar.
Pero parece, finalmente que la crisis no dará tiempo para llegar a octubre de 2009. Hay dos opciones para analizar: o no hay plata que permita financiar "cartuchos" hasta octubre, o se requiere de una ratificación del poder a favor de los ejecutivos, que permitan plesbicitariamente encarar actos difíciles desde la administración pública impulsados por el poder político.
Es conocida ya la caida sorprendente y preocupante de la recaudación de la Ciudad autónoma de Buenos Aires, pero no ocurre lo mismo con la del gobierno Federal o las provincias -me refiero a que sea conocida- que permita inferir que lo que se busca es lo segundo y no lo primero.
Si prima la postura primera, deberíamos preocuparnos por el futuro, ahora más cercano que lo que los analistas predijeron "hasta octubre la cosa puede aguantar, despuís, sólo Dios sabe".
Estamos mucho más cerca de algo que desconocemos, mucho más cerca, quizá de que lo predecible se haga evidente.
Pero tambiín estamos más cerca de ratificar o rectificar el equilibrio de poderes en nuestro país, otorgando la legitimidad que requieren ciertos actos de gobierno, que al igual que lo que ocurrió en los Estados Unidos de Norte Amírica, devolvieron -más no sea efímeramente- la expectativa de que hay un rumbo, la certeza de que hay un mando y la posibilidad de que haya una solución.
Oficialmente, a esta hora no hay información cierta, pero los principales operadores políticos de la 1º sección elctoral a los que tuvimos oportunidad de consultar desde los inicios de los rumores a las 11 de hoy, confirmaron la versión sobre el adelanto de las elecciones.

Ahora, la preocupación que queda en el aire del mundo político y empresario es "si no les alcanza la plata para estirar hasta octubre, que pasará en el segundo semestre con la economía, con los ciudadanos..." No hay respuesta clara. Posiblemente, un país que se resiste a endeudarse, que tiene acotada la posibilidad de emitir deuda y que está -y eso es lo que más temor infunde- en un año 2009, tenga en miras una solución similar a las llevadas a cabo en 1989 cuando se confiscaron las cuentas, o 1999 cuando explotó la economía y nacieron los corralitos y corralones financieros, o en 1979 el rezago del cambio como parte del plan 79/84.

*Sergio Astorga Bracht

Fuente: infoban.com.ar