Despuís de tener su hora de gloria contando los verdes que Josí López revoleó en el monasterio de General Rodríguez, en la protesta por el tarifazo, con muy mala leche los gremialistas y los Evita aprovecharon la movida vecinal y a los piedrazos obligaron al intendente a volver al despacho y a cumplir el pedido de bajar el perfil.
El ingeniero terminó ensangrentado y con puntos en la cabeza, la misma cantidad que ya le debía al edil que le hizo la contra a Anghileri y le posibilitó llegar a la intendencia.

Fuente: infoban.com.ar