Las condenas recayeron sobre al coronel Alberto Barda, y a los brigadieres Hipólito Marini y Císar Comes, respectivamente.

Tres jefes militares que comandaron los centros clandestinos de detención de La Cueva y Mansión Serí durante la última dictadura militar fueron condenados a las máximas penas de prisión previstas por la legislación argentina, perpetua y 25 años, pero dos de ellos permanecerán libres hasta que las sentencias queden firmes.

El coronel retirado Alberto Barda, jefe del centro clandestino de detención La Cueva de Mar del Plata, fue condenado por el Tribunal Oral federal 5 a prisión perpetua, pero dada su avanzada edad seguirá cumpliendo la pena en su domicilio, donde ya estaba bajo prisión preventiva.

El TOF 5 condenó además a los brigadieres Hipolito Mariani y Císar Cómes, que comandaron el centro de Mansión Serí, a 25 años de prisión, pero permanecerán en libertad hasta que el fallo quede firme.

La severidad de las penas fueron festejadas ruidosamente por el público en la sala de audiencias ya que son las que había demandado el fiscal Fílix Crous en su alegato y levemente inferiores a las pedidas por los querellantes.

Pero el júbilo inicial, que motivó reiteradas amenazas de desalojo por parte del presidente del tribunal, Guillermo Gordo, quedó desdibujado al saberse que los condenados no variarán en nada su situación real. Mariani y Comes, que a la mañana había negado en sus últimas palabras toda responsabilidad en los hechos, y Barda, que declinó hacerlo, optaron por no estar presentes durante la lectura de la parte resolutiva del fallo.

Los tres militares fueron los jefes de los tres mayores centros clandestinos de detención bajo la órbita de la Fuerza Aírea durante la última dictadura.

El Tribunal encontró a Barda culpable de los dos asesinatos y torturas que se le imputaban, uno contra el abogado neuquino Jorge Candeloro, secuestrado en la llamada "Noche de las Corbatas" de 1977, y contra Analía Delfina Magliaro.

A los brigadieres Mariani y Comes los encontró penalmente responsables de las privación ilegal de la libertad y tormentos a unos quince prisioneros en la Mansión Serí, vario de ellos protagonistas de los hechos narrados en el film "Crónica de una fuga".

Barda, de 80 años de edad, llegó al juicio bajo prisión preventiva domiciliaria y así permanecerá tras la condena, en su departamento de la porteña Avenida del Libertador al 4000.

Los ex jefes aeronáuticos, de 82 y 83 años respectivamente, llegaron al juicio en libertad luego de haber permanecido detenidos cinco años y así se mantendrán dado que el tribunal rechazó el pedido de varias la situación.

Por primera, un fallo de este tribunal encargado de juzgar los delitos de lesa humanidad cometidos hace tres dícadas fue trasmitida en directo por los canales de TV atento a una acordad de la Corte Suprema de Justicia que así lo dispuso la semana pasad.

Pero las canales y radios sólo dispusieron de la imagen y sonido tomadas por el sistema del circuito interno del tribunal, en tanto los reporteros gráficos no fueron autorizados a ingresar de modo de no disponer de fotos de los acusados en el banquillo

Fuente: infoban.com.ar