En medio de la caída del consumo que sumerge en una profunda recesión autoinflingida por el ajuste del gobierno de ultraderecha de Javier Milei, agravado por la apertura de importaciones, que golpea a múltiples sectores industriales, la multinacional Mondelez decidió frenar la producción de su planta de Pacheco.

La paralización, que será de hasta 21 días en algunos sectores, no tiene precedentes, lo que provocó una gran incertidumbre en los más de 2.300 trabajadores de la fábrica, que debieron aceptar vacaciones y licencias.

La empresa justificó la medida en el sobrestock generado por el desplome del consumo y la consecuente caída de las ventas, que según delegados acumuló unas 13 mil toneladas menos respecto al año pasado.

"No había ocurrido nunca esto. Es parte del industricidio al que nos está llevando este gobierno con caída de la demanda e ingreso de las importaciones", aseguró Sergio Escalante el titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) al portal InfoGremiales.

Aunque la empresa garantizó el pago de salarios, bono de fin de año, beneficios tradicionales y un voucher de $53.000 para la proveeduría interna, la inquietud en el personal persiste porque no hay perspectivas de revertirse la situación en un futuro cercano.

"El gobierno quiere aprobar una reforma laboral: la mejor reforma laboral que se puede hacer en la Argentina es crear trabajo" agregó el gremialista.