A pesar del aumento de donantes voluntarios en el último año y medio en la provincia, desde la cartera de salud admiten que “aún faltan muchas más donaciones para llegar al ideal”.
En un año y medio, se duplicaron los donantes habituales de sangre, pasando del 8,6 al 16,9 por ciento del total, según informó el Instituto de Hemoterapia del Ministerio de Salud bonaerense.
Uno de los objetivos principales del Ministerio de Salud provincial es lograr un cambio en el perfil del donante de sangre: reducir al mínimo posible aquellos que son de reposición, es decir, que van a donar porque tienen un familiar o allegado que necesita sangre, por los llamados “donantes habituales”, personas no relacionadas con el paciente que, por un acto meramente altruista, deciden concurrir a los centros regionales o bancos hospitalarios para ofrecer su donación.
“Estamos intentando, desde hace tiempo, concientizar a la población en condiciones de donar para que lo hagan en forma periódica y habitual. Que se convierta en un acto más en la vida cotidiana. La donación de sangre no sólo es un acto solidario sino que se trata de una acción trascendente en el campo de la Salud Pública”, expresó el ministro provincial Claudio Mate.
Para lograr este objetivo, desde el Instituto de Hemoterapia de la cartera sanitaria se comenzó a implementar el sistema de colectas, que consiste en que el equipo de salud salga, primero, a promocionar la donación en instituciones, empresas o barrios, para luego establecer una fecha y salir a buscar al donante en el lugar donde estí.
De este modo, estudiantes de la Facultad de Veterinaria y de Medicina de la UNLP, trabajadores de Astilleros Río Santiago, de la multinacional ESSO, hasta hinchas de distintos clubes se acercaron para ofrecer su sangre.
“La ventaja del donante habitual es que no lo hace por presión moral, lo hace por conciencia de la necesidad y merced a la promoción está informado: sabe que peso tiene que tener y conoce que hábitos y enfermedades le impiden dar sangre”, explica Nora Etchenique, directora del Instituto de Hemoterapia.
“El sistema de colectas permitió que se pase en el último año y medio de 8.6 por ciento de donantes no relacionados con el enfermo o habituales, al 15.9 por ciento. Además, en los últimos tres años se redujo la serología reactiva, del 11 por ciento al 6.8. Esto significa que cada vez son menos las bolsas de sangre que se descartan por hallazgo de enfermedades lo que permite que aumente el número de donaciones que llegan a destino”, agrega la especialista.

Aún faltan donantes

La tendencia de los últimos años es alentadora. Sólo en el Centro Regional de La Plata, que centraliza el tratamiento de la sangre para más de 50 hospitales públicos provinciales y municipales, las donaciones totales crecieron de 35.556 en el año 2003, a 45.814 en el 2006.
Sin embargo, tambiín es cierto que aún falta mucho camino por recorrer para lograr el ideal. “La sangre debe esperar al paciente y no el paciente a la sangre”. El juego de palabras le sirve a los hemoterapistas del Ministerio de Salud bonaerense para plantear el problema: no hay muertes por falta de sangre pero sí postergaciones, de modo tal que lo ideal sería contar con 250 mil donaciones anuales, unas 50 mil más de las que se recibieron en 2006.
“Por caso, si yo tengo una apendicitis hoy y me postergan mi operación 48 horas por falta de sangre puedo hacer una peritonitis, entonces lo que era una cosa aguda, rápidamente solucionable se puede transformar en un cuadro que lleva más tiempo de recuperación”, ejemplifica Etchenique.
Es que la ciencia mídica no halló todavía una sustancia que reemplace a la sangre humana, indispensable para salvar vidas en múltiples circunstancias entre los que figuran los trasplantes de órganos, las enfermedades oncohematológicas, las operaciones cardíacas, las cirugías mayores gástricas y todo lo que sea traumatológico como el reemplazo de cadera, de rodilla o una fractura de fímur.
“A esto se le suma el aumento de los casos de violencia y los accidentes de tránsito que durante el verano, el receso invernal y los fines de semana largos tambiín incrementan la demanda a raíz de la accidentología”, advierte Etchenique.
En territorio bonaerense se contabilizan alrededor de 805.494 internaciones anuales tanto en hospitales provinciales como municipales. Se calcula que un siete por ciento -57.384 casos- de los pacientes que se internan va a necesitar algún componente sanguíneo, es decir, que son necesarias cerca de 150 transfusiones por día.

El proceso de donar

El donante de sangre debe tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos, no padecer enfermedades que puedan transmitirse vía sanguínea y no usar drogas intravenosas. Además debe responder en una entrevista confidencial sobre sus hábitos para garantizar que la donación sea segura.
“Si la sangre no se usa para transfundir a un paciente porque no es segura igualmente se analiza para detectar enfermedades como la sífilis, brucelosis, Chagas, VIH, hepatitis B y C y HTLV, y se cita al donante para darle una devolución de los resultados”, sostiene Etchenique.
Es que la hemoterapia abarca tres instancias: la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y el abastecimiento sanguíneo para aquellos pacientes que la necesitan para salvar su vida.

¿Cómo funciona el sistema de recepción y utilización?

En la Provincia, la atención a quien desea donar sangre se realiza en la planta física de los Centros Regionales de Hemoterapia ubicados en Mar del Plata, Bahía Blanca, Haedo, General Rodríguez y La Plata. Tambiín en los Servicio y Unidades de Transfusión de los hospitales que funcionan como Postas de Donación, y en los sitios de Colectas Externas de Donación de Sangre.
En una donación se extraen 380 cc. de sangre entera, que sumada al anticoagulante que trae la bolsa descartable que se utiliza, se llega a los 500 cc.. Cabe recordar que todas las unidades de sangre extraídas son estudiadas para detectar sífilis, chagas, brucelosis, hepatitis B y C, HIV y HTLV I / II.
De cada medio litro de sangre que se extrae se separan los hemocomponentes. Así se obtienen glóbulos rojos, plaquetas, plasma y crioprecipitado. Luego cada paciente recibirá lo que su organismo necesita.
El concentrado de glóbulos rojos se utiliza en cirugías, obstetricia, atención de accidentados, anemias, etc. El plasma fresco congelado su usa para la plasmafíresis y díficit de los factores de coagulación. En tanto, las plaquetas sirven para tratamientos contra las leucemias, la quimioterapia y las grandes hemorragias. Por último, el crioprecipitado es vital para las hemofilias y las coagulopatías.

¿Quiínes pueden dar sangre?

Cualquier persona, hombre o mujer, que cumpla las siguientes condiciones puede donar sangre:
Tener entre 18 y 65 años; Pesar más de 50 kilos; No padecer determinadas enfermedades que puedan ser transmitidas por la sangre, según se informa en el momento de la donación (hepatitis, chagas, etc); No hacer uso de drogas.

Cuando vaya a donar sangre:

Podrá tomar cafí, mate o tí azucarados (sin leche) y comer frutas; Evite fumar 2 horas antes y despuís; Evite consumir alcohol 12 horas antes.
Concurra con DNI o Cídula con foto.

Fuente: infoban.com.ar