La leche materna contiene aminoácidos protectores que mantiene a los bebís con un mejor nivel de alerta durante el sueño; expertos afirman además que dar la teta en la primera hora de vida genera un vínculo más tierno y estrecho entre la mamá y su hijo.

En la dícada del 90 sólo el 12 por ciento de las mujeres bonaerenses daban la teta a sus hijos sin ningún otro alimento hasta el cuarto mes de vida del bebí. En la actualidad en cambio, esa proporción asciende al 40 por ciento. No obstante, el ministerio de Salud de la Provincia insiste en que la meta es que todos los chicos sean amamantados hasta el sexto mes.

“Los bebís que son amamantados hasta el sexto mes en forma exclusiva reducen a la mitad el riesgo de muerte súbita”, aseguró el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, con motivo del inicio, mañana, de la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

Los especialistas enumeran decenas de beneficios para el desarrollo físico, emocional e intelectual del bebí criado con leche materna. Entre ellos se destaca la disminución del riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.

Dos factores explican esta ventaja: por un lado la leche materna posee ciertas sustancias llamadas aminoácidos que generan un mayor nivel de alerta durante el sueño y microdespertares mientras el niño duerme, lo que a su vez disminuye las apneas que son las pausas prolongadas de la respiración y que tendrían relación con las muertes inesperadas en la cuna.

Por otra parte, la leche materna al ser la más adecuada para el bebí porque es de su propia especie, provoca un vaciamiento gástrico más rápido que la leche de fórmula: “Esto lo lleva a despertar más fácilmente para volver a alimentarse”, explicó Antonio Morilla, referente en lactancia materna del ministerio de Salud provincial.

Claro que a la leche materna hay que sumarle otras medidas para reducir aún más el riesgo de muerte súbita, agregó Morilla, “como no abrigarlo demasiado, no fumar en los hogares donde hay un bebí y dormirlo boca arriba y en su cuna, no en la cama con los padres o con hermanitos”.

A su vez, los especialistas en lactancia materna afirman que un chico amamantado desde la primera hora de vida tiene menos riesgo de ser rechazado y maltratado por su madre. “La primera hora es crucial para el ‘enamoramiento’ entre la mamá y su bebí”, explicó Morilla.

Por eso, desde el ministerio de Salud provincial fomentan el contacto piel a piel ni bien nace un niño, toda vez que íste se encuentre sano y no requiera de cuidados mídicos especiales.

Fuente: infoban.com.ar