“Lo que hicimos apenas asumimos fue reorientar todas las herramientas del banco a las pymes, que venían golpeadas por condiciones macroeconómicas especulativas. Primero, lanzamos líneas para capital de trabajo y pago de salarios durante los momentos más difíciles de la emergencia sanitaria y, partir de la reactivación de las actividades, las asistimos con créditos de inversión a largo plazo y prefinanciación de exportaciones para la generación genuina de divisas”, dijo José Ignacio de Mendiguren, presidente de BICE.

(Banco de Inversión y Comercio Exterior) ha cumplido un año desde que asumió la nueva gestión encabezada por su presidente, José Ignacio de Mendiguren, y brindó un informe a modo de balance sobre su aporte a los sectores de la producción y trabajo como banco público de desarrollo.

En un 2020 marcado a nivel mundial y local por el impacto sanitario y económico generado por la pandemia del COVID 19, el Gobierno dispuso un conjunto de políticas públicas que permitieron morigerar sus efectos y sostener a los sectores del entramado productivo nacional.

Al respecto, De Mendiguren explicó: “A fines de 2019, el banco mostraba una situación muy comprometida. La gestión anterior había orientado al banco hacia un modelo enfocado en proyectos de infraestructura que resultó inviable y la grilla de tasas expulsaba al sector productivo”.
“Lo que hicimos apenas asumimos fue reorientar todas las herramientas del banco a la reconstrucción de las pymes que venían golpeadas por condiciones macroeconómicas especulativas.

Primero, lanzamos líneas para capital de trabajo y pago de salarios durante los momentos más difíciles de la emergencia sanitaria y ahora, partir de la reactivación de las actividades, las asistimos con créditos de inversión a largo plazo y prefinanciación de exportaciones para la generación genuina de divisas”, agregó.

En ese sentido, durante el 2020, el banco redujo el crédito promedio en un 45%, lo que permitió alcanzar a un mayor número de empresas y aumentar en un 50% la cantidad de pymes asistidas.
Por primera vez en su historia, BICE lanzó líneas de capital de trabajo para el pago de salarios con las que desembolsó $ 3.000 millones, con el objetivo reducir el impacto que se produjo en la cadena de pagos de las pymes durante el comienzo de la pandemia.

BICE Fideicomisos a través del FOGAR (Fondo de Garantías Argentino) del Ministerio de Desarrollo Productivo, administró $ 120.000 millones para garantizar el pago de sueldos de las empresas, a través de avales que otorgó a todos los bancos del sistema financiero.

Con la apertura gradual de las actividades económicas, BICE lanzó créditos por $ 2.000 millones (el 20% para empresas lideradas por mujeres) para inversión productiva con hasta 7 años de plazo y dos de gracia. Cuentan con tasa bonificada durante los primeros tres años.

También, como parte de su iniciativa de estar cerca de los sectores productivos y encontrar nuevas soluciones para sus necesidades de financiamiento, se realizaron 100 encuentros con cámaras y empresas de todo el país, en conjunto con gobiernos provinciales y municipales, con el objetivo de escuchar las necesidades de financiamiento de las pymes y aportar herramientas crediticias.

Para reactivar las economías regionales, se lanzó una línea de capital de trabajo que contó con el aval de todos los fondos de garantías provinciales. Con plazo de hasta 24 meses, los créditos tienen como destino la compra de insumos, materia prima, combustible, entre otros.

En acuerdo con el Ministerio del Interior, BICE estableció una línea de leasing para asistir a municipios durante la emergencia sanitaria, la que se destinó en su mayoría a la compra de equipamiento médico, informático, ambulancias y vehículos utilitarios, entre otros bienes.
Para impulsar la internacionalización de las pymes y el ingreso de divisas, el banco dispuso de créditos de prefinanciación de exportaciones con tasa bonificada por el FONDEP. A partir de un trabajo coordinado con la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y de los Emprendedores, la línea cuenta con condiciones especiales para nuevos exportadores (tasa del 4% en USD,) o exportadores no frecuentes (tasa del 4,5% en USD).

“El gobierno nacional tiene a través del Ministerio de Desarrollo Productivo una agenda de trabajo clara para mejorar el acceso al crédito de las empresas. En BICE, como banco público de desarrollo, vamos a seguir siendo un engranaje importante en esa estrategia”, agregó Mendiguren.