Luego de cinco años, este jueves la Basílica recobrará parte de su identidad cuando mediante un operativo especial se coloquen las nuevas cruces en lo más alto de sus torres, construídas especialmentePara realizar este delicado e histórico trabajo se desplegará una enorme grúa de 140 metros, ante la mirada de diseñadores, autoridades nacionales y eclesiásticas.
Despuís de cinco años, las cruces volverán a ocupar la cúspide del principal templo católico de peregrinación del país y uno de los más importantes de Amírica Latina, que congrega a más de cinco millones y medio de feligreses por año.
Aquellas dos emblemáticas piezas para millones de fieles,  serán recolocadas por una grúa de 140mts, la única en todo el país y bajo la atenta mirada de sus hacedores del Astillero Río Santiago.
Hugo Bilbao, presidente del Astillero Río Santiago, llegará a la capital de la fe junto a los seis hombres encargados de la tarea, para ser recibidos por el Arzobispo de la Arquidiosesis Mercedes Luján, Mosnseñor Rubín Di Monte y el intendente municipal, Dr. Miguel Ángel Prince quienes además, los declarará huíspedes  de honor.
La obra fue puesta en marcha desde el Ministerio de Planificación Federal, Inversón Pública y Servicios  de la Nación, bajo la inspección de la Dirección Nacional de Arquitectura.
Las nuevas cruces miden 8mtrs de altura por 4mtrs de ancho y pesan alrededor de una tonelada y media y los elementos que se utilizaron para su construcción son hierro, cobre y dorado.
Allá por junio del 2000, se produjo la caída de la cruz de hierro y cobre, ubicada en el lado izquierdo de la basílica. La misma con un peso de 1600kgs, no causó ningún daño en la estructura del templo ni cobró víctimas. Quizás, el impacto producido por su caída, hizo temblar a un país que se preparaba para vivir una de sus mayores crisis sociales, económicas y políticas.
Por aquel entonces, la recuperación de las cruces fue encomendada a los obreros del Astillero Río Santiago que, cuando al ver que era imposible recuperar todas sus piezas, sugirieron construirlas nuevamente.
 “Cuando en el 2000 nos asignaron esta tarea, el astillero estaba por cerrar y las tareas se retrasaban. Con mucha fe y voluntad nos esmeramos en tenerlas listas. De a poco el astillero fue saliendo adelante y hoy gracias a Dios hay trabajo. Para nosotros la virgen hizo un milagro en el Astillero”, afirmaron con mucho orgullo los obreros.
Ahora  la cima de este Monumento Histórico Nacional, volverá a ser custodiada por sus dos majestuosas cruces que habían sido colocadas en 1926, cuatro años antes de la inauguración del templo.

Fuente: infoban.com.ar