Un jubilado de 69 años fue herido a golpes cuando fue asaltado delante de su esposa por tres delincuentes que le robaron su automóvil cuando llegaban ambos a su casa en el barrio de Costa Esperanza, en la localidad de Villa Ballester, partido de San Martín, informaron hoy fuentes judiciales.

El hecho que se conoció hoy por la difusión de las imágenes de las cámaras de seguridad ocurrió el pasado viernes pasadas las 17 frente a una casa en el pasaje Las Camelias y el pasaje Santa Rita de ese barrio, cuando Raúl Hugo Muñoz (69) llegaba a su casa junto a su esposa a bordo de un auto Renault Megane.

Muñoz contó a Télam que esa tarde había ido a buscar a su esposa al trabajo en la localidad de Villa Bosch y acababa de estacionar en la puerta de su casa, cuando fue sorprendido por tres delincuentes armados.

En las imágenes de las cámaras de seguridad se observa que la esposa de Muñoz alcanzó a ingresar a la vivienda, pero cuando escucha que a su marido le están robando, sale a auxiliarlo, aunque uno de los ladrones le apunta con un arma y la obliga a ingresar nuevamente.

 

"En ese momento quise salir corriendo pero no me dieron tiempo, porque me golpearon una pierna y caí a una zanja, después me dieron un culatazo en el piso y me pegaron un par de patadas", agregó la víctima, quien es herrero y continúa trabajando porque dijo no tener "una jubilación como la que tendría que tener".

"Me gatillaron en el piso pero la bala no salió, después estos pibes no podían abrir el auto hasta que uno entró por el lado del acompañante y se llevaron el auto. Yo no les quería dar la llave, tanto tiempo esperando para comprar algo para perderlo en cinco minutos", agregó.

Luego, el herrero contó a Télam que llamó a la policía y que algunos integrantes de la fuerza lo llevaron hasta la comisaría local donde realizó la denuncia.

Además, Muñoz dijo que está esperando "a ver si aparece" su auto, un Renault Megane Scenic color gris modelo 2006 que había comprado el pasado 22 de diciembre en lo que representó un "esfuerzo muy grande" para él y para lo cual contó con la ayuda de algunas personas porque "no había plata".

La causa quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 10 de San Martín, de Autores Ignorados, que dispuso una serie de medidas para intentar identificar a los autores.