La desconfianza de los viejos caudillos, las aspiraciones de los nuevos y la falta de nuevos liderazgos en algunos distritos con intendentes que van por el segundo mandato para sucederlos, fueron algunos de los temas que se conversaron entre jefes comunales y un/a integrante del gabinete provincial en un territorio neutral como el de Ituzaingó.
Y justamente el intendente anfitrión fue uno de los nombres que sonó en las horas dramáticas para reemplazar al médico-mediático-militar a cargo del Ministerio de Seguridad de la provincia, pero ni por asomo volvería a tomar el cargo que ejerció en un breve período designado por Ruckauf. Al parecer el globo de ensayo habría sido inflado por algunos de sus pares de la tercera sección, como una especie de cortina de humo para ocultar el malestar que hay con varios de ellos, a los que desde La Plata les apuntan algún grado de responsabilidad en la rebelión de los azules.
