Las personas que esperan tomar el colectivo, aprovechan para hacerse con algo para leer.

A lo largo del 2019, el municipio de Vicente López puso en circulación cerca de 17.000 libros en los libreros ubicados en seis paradas del Metrobús Norte (Laprida, Álvarez, Urquiza, San Martín, Yrigoyen y Malaver) que recorre la avenida Maipú, lo que significa un crecimiento de 5 mil libros respecto al 2018. Allí, las personas que esperan tomar el colectivo, aprovechan para hacerse con uno cuantos ejemplares quiera, en forma libre y gratuita, como parte de la iniciativa que impulsa el programa “Los libros circulan”, por medio del cual se lleva el hábito de la lectura a lugares no convencionales y con una impronta comunitaria.

En cada uno de estos libreros de color verde, los vecinos pueden encontrar todo tipo de ejemplares: ficción, ensayo, novela gráfica, crónica, etc. Y, desde la Secretaría de Cultura, remarca que se percibe el crecimiento de la participación de las personas, en poco menos de dos años de originada la iniciativa. Son cada vez más las personas que se han acercado a ellos para dejar libros, compartir sus lecturas, además de retirar alguna obra, logrando así el propósito final de disfrutar de una lectura constantemente en movimiento, en forma libre y compartida con toda la comunidad.

“Lo interesante del proyecto es la participación activa tanto de los que apadrinan el proyecto como de los vecinos que se acercan a compartir libros. Para que el proyecto siga creciendo, nos estamos dando el tiempo suficiente como para habituarnos a la idea de tener libreros en las paradas del metrobus, acostumbrarnos a la idea de tener en nuestra ciudad libreros en donde poder compartir libros”, explicó Lucila Satti, coordinadora de la biblioteca municipal Josí Froilán González. A esto agrega que “seguir contagiando entusiasmo es el gran desafío del proyecto”.

A travís de la participación ciudadana y la generación de nuevos puntos de interacción cultural, la circulación de los libros se propone establecer socios estratígicos para el mantenimiento de los libreros como ONGs, vecinos escritores, integrantes de la Red de Bibliotecas –que se reparten el padrinazgo de cada uno de los libreros–, librerías y editoriales, entre otros.

“Se trata de llevar la cultura a espacios públicos, y por otro lado, es entender la cultura como una forma de participación activa. Los libros circulan rápidamente. El temor era que no circulen, que se queden ahí, y hemos visto que circulan e interesan”, añade Satti.

Fuente: infoban.com.ar