“Patria”, serie española basada en la novela homónima del escritor Fernando Aramburu, que a través de la historia de dos familias divididas por las consecuencias del conflicto vasco, centra su mirada en los daños perdurables para la población de toda una región, estrena mañana a las 21 por HBO y HBO GO.

Aunque el libro de Aramburu, editado en 2016, fue un éxito de ventas y acumuló en los medios de comunicación españoles elogios en cantidad, también fue objeto de críticas que lo señalaron por su parcialidad política.

La serie llega de la mano del guionista y productor Aitor Gabilondo, nacido en San Sebastián, quien en declaraciones a medios españoles aseguró que “Patria” era una “serie universal de relaciones muy reconocibles” a pesar de tratar de un conflicto y una zona particular.

La trama sigue la historia de dos familias a lo largo de tres décadas, en un relato que va a y viene entre los años 80 y 2011, cuando la organización nacionalista vasca ETA comunicó que abandonaría la lucha armada.

Un hecho puntual es el eje de la historia, y marca una bisagra en la trayectoria vital de todos los protagonistas: el asesinato de Txato (José Ramón Soroiz) a manos de ETA.

La vida de su esposa Bittori (Elena Irureta) queda marcada por ese episodio, detenida en el tiempo como si el duelo se prolongara sin fin, como si cada día fuera el día del atentado.

Las relaciones con la familia de su amiga Miren (Ane Gabarain), cuyo hijo Joxe Mari (Jon Olivares) milita en el nacionalismo vasco, se cortan y su espesa enemistad representa desde entonces dos miradas, dos formas de vivir el conflicto en Euskadi (País Vasco).

Las alabanzas al libro, y que también encuentran sus huellas en la serie, ven en esa encrucijada la búsqueda de Gabilondo por tender puentes entre esas dos formas de ver, por marcar el dolor y las fracturas en la sociedad para luego encontrar alguna clase de reconciliación.

Pero los críticos hallan en las dos posturas planteadas en la historia un reduccionismo acaso excesivamente esquemático.

La vuelta de Bittori al pueblo en 2011 produce un alzamiento de los humores y recrudece aquellas dos posturas que de forma maniquea parece proponer la serie de Gabilondo: o están los vascos que odian a ETA y la tildan de terrorista, o los que creen en el nacionalismo que buscaba la independencia del opresor Estado español (el del dictador Francisco Franco y el de la vuelta de la democracia también).

En los primeros dos episodios -a los que tuvo acceso Télam antes de su debut en pantalla- se registra un relato de extremos, donde falta debate ideológico y se reproducen los estereotipos.

Como el de Joxe Mari por ejemplo, preso en 2011 por causas ajenas al atentado de Txato, cuya verdadero autor material nunca se conoció, que es presentado como un joven enojado, impulsivo y un poco bruto, y que no expresa ni amaga con reflexionar cuáles son sus razones para apoyar la lucha de ETA.

Sí se menciona, aunque no logre equilibrar la mirada, la represión y torturas perpetradas por el Estado español contra ETA, en una búsqueda de abrir el plano y mostrar un panorama más amplio de lo vivido en aquellos años.

Producida por HBO Europe con la participación de HBO Latin America, “Patria” se compone de ocho episodios y contó con la dirección de Felix Viscarret y Óscar Pedraza.