Ph: Gentileza

Si bien en la bicicenda de la carrera presidencialista el jefe de Gobierno porteño necesita de volumen dentro de la tropa propia, en los últimos días su paciencia se acabó para dos dirigentes de la zona norte a los que contenía en diferentes caros, luego de no arribar a un acuerdo con Emilio Monzó, que para volcarse a las filas porteñas pedía tener injerencia en el armado político para poder aplicar su propensión a la rosca.

Uno de los caídos es el concejal de Tigre Nicolás Massot, que renunció a su cargo en el directorio del Banco Ciudad cuando pusieron sobre la mesa ese rol mientras lo invitaban a alejarse de Patricia Bullrich.

Massot quiere ir por la intendencia de Tigre, donde Larreta apuesta por Segundo Cernadas, que aunque es una especie de ahijado político de la ex dama de la seguridad se encolumna en el proyecto provincial de Santilli, con quien teje buenas relaciones con el oficialismo municipal.

Otra víctima de la interna es el ex titular del AABE, el sanisidrense Ramón Lanús, que dejó su cargo en la CEAMSE por “motivos personales” aunque todo parece consecuencia de su permanente enfrentamiento con Gustavo Posse, aliado importante de Larreta en el proyecto provincial del “Colo”