A 45 años del golpe cívico-militar, y en el marco de las actividades conmemorativas del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, el director de ARBA, Cristian Girard, plantó un árbol junto a trabajadoras y trabajadores del organismo e integrantes de entidades de Derechos Humanos.

Durante el acto, Girard subrayó que “nos sumamos a la campaña plantamos memoria con raíces bonaerenses, para evocar la lucha y entrega de las y los 30 mil compañeros que fueron desaparecidos por la dictadura pero que viven en el corazón de nuestro pueblo”.

El director de la Agencia de Recaudación también envió una carta a cada agente del organismo, en la que reflexionó sobre el origen y las consecuencias del terrorismo de Estado, el programa económico de la dictadura cívico-militar y la importancia de repasar esos acontecimientos desde una perspectiva de memoria, verdad y justicia.

En ese texto, Girard destacó las palabras que pronunció el gobernador Axel Kicillof durante la conmemoración del 24 de marzo realizada en Las Flores, y recordó que “cada acto de gobierno y militancia lo llevamos adelante sabiendo que las decisiones que tomamos deben servir a las mayorías populares. Así mantenemos viva la llama de la memoria”.

Además, sostuvo que “el terrorismo de Estado fue la instrumentación de un plan pergeñado desde el exterior, con el objetivo de instaurar a sangre y fuego el neoliberalismo en América Latina. Se trató de una dictadura cívico-militar que violó sistemáticamente los derechos humanos. A eso le decimos nunca más”.

“Ese plan global funcionó en la práctica como un instrumento para la dominación financiera y el sometimiento de nuestros pueblos. Una dominación ejercida por las potencias occidentales del norte en asociación con las clases dominantes locales”, afirmó en la carta.

“Fueron socios en el endeudamiento y la fuga, socios en la construcción de una sociedad mucho más desigual, con menos impuestos para los ricos y más impuestos para el pueblo trabajador, socios en la destrucción del Estado de Bienestar y en la extranjerización de nuestra economía”, aseguró el director de ARBA.

Para Girard, “la dictadura cívico-militar delineó las bases de un programa económico que prevaleció incluso en democracia, y hasta la crisis de 2001. Un programa del que se apartaron los gobiernos populares de Néstor y Cristina, pero que fue reinstaurado por Macri y aún hoy nos condiciona”.

En ese sentido, reflexionó que “la disputa política actual está atravesada por ese conflicto de intereses que la dictadura buscó zanjar a fuerza de represión, tortura, muerte y desaparición. La lucha por nuestra soberanía y la construcción de una sociedad justa y libre sigue más viva que nunca”.

Por último, Girard remarcó que “entre 2003 y 2015, con los gobiernos de Néstor y Cristina, pudimos comprobar que si soñamos juntos todo es posible: ¡no nos han vencido! La lucha de las y los 30 mil sigue vigente. Tengamos memoria y honremos, cada día, su entrega”.