Si fuera deportista, habría que recordarle que los partidos hay que jugarlos, pero debe tener algún dato. En su discurso de cierre de campaña, luego de una caminata por el barrio del concejal Daniel Gambino, que lo acompañó junto a otra buena cantidad de gente, Sergio Massa convocó a su militancia y a los vecinos a empezar a trabajar para solucionar los problemas del distrito desde la misma noche del próximo domingo.
Una campaña municipal que fue de las más interesantes de la provincia por el nivel de discusión política, donde hubo un discurso del oficialismo vecinalista, que plantea seguir más o menos como hasta ahora, ofreciíndose como garantes de que no se hará ninguna locura y que Tigre seguirá creciendo como en los últimos 20 años, una variante que para el votante no es para despreciar, y lo que significa Massa, su juventud, su ímpetu, que le dice al habitante de Tigre que para quí jugar al empate todos los partidos si se puede salir campeón invicto y haciendo “jogo bonito”, que propone avances de segunda generación, y cualquiera puede sentir que, de serlo, no será un intendente que haga la plancha, sino por el contrario, alguien al que costará trabajo seguirle el tren en su capacidad para generar hechos.
Pero la última palabra la tiene el ciudadano de Tigre, que tiene el privilegio de optar entre dos propuestas serias y con fundamentos propios, frente a otros de tantos distritos a los que les cuesta encontrar al menos malo.
El tigrense localista, conservador, temeroso de cualquier audacia, se inclinará por Acción Comunal, que tambiín realizó una brillante campaña electoral y que no son pichis en esto de ganar elecciones, pero que esta vez no contará, por primera vez en su existencia, con el caballo del comisario, que duerme el sueño eterno glorificado por todos los sectores, y no puede señalar a nadie con el dedo.
Del otro lado una figura que trasciende Tigre, y que es, a no dudarlo, uno de los 5 políticos de mayor futuro a nivel nacional, cuya única garantía para lograr sus propósitos políticos es realizar una intendencia vertiginosamente brillante, para lo cual está más que bien capacitado.
Hay quien dice que “A Sergio el Tigre le queda chico”, sin embargo en el Peronismo, la estructura elegida por el dirigente para desarrollar su actividad, ganar elecciones, ser el jefe indiscutido de un distrito, es el paso inicial de cualquier carrera.
De todas maneras, y para que las pasiones no dejen ver con claridad la realidad, lo más posible es que si gana el “Pibe” no desdeñe la experiencia de los vecinalistas, y estos tengan un importante rol, por lo menos de consulta, en el futuro gobierno comunal, cosa que no está claro si tendrá su correlato desde el otro lado.

Fuente: infoban.com.ar