Más de 500 comerciantes del puerto de Frutos de Tigre firmaron un comunicado conjunto donde reclaman la confección de un protocolo para la pronta apertura de sus negocios.
Los más de 500 comercios que abarcan el Puerto de Frutos de Tigre permanecen cerrados desde el 16 marzo cuando el El Municipio de Tigre adhirió a la emergencia sanitaria decretada por los Gobierno nacional y provincial a raíz del brote de coronavirus.
Motivados por las múltiples aperturas de comercios en todo el distrito y en especial los del "Centro Comercial de Nordelta", que representaría un espacio similar al del Puerto de Frutos, es que los comerciantes decidieron reclamar por sus derechos y pedir que se elabore un protocolo que les permita reanudar sus actividades comerciales.
Es por eso que en las últimas horas difundieron mediante las redes sociales un documento firmado por unos 500 comerciantes donde textualmente expresan:
“Los más de 550 comercios del Puerto de Frutos estamos en situación desesperante. Mientras todos los locales de nuestros rubros están abiertos (en el mismo municipio), incluidos paseos de compras a cielo abierto como el nuestro (Nordelta), el Puerto de Frutos permanece inexplicablemente cerrado. Ya hay muchos locales que no podrán reabrir sus puertas porque quebraron. Muchos otros, la mayoría, estamos al borde de caer en la misma suerte. Son los ingresos de millas de familias que dependen de poder abrir”.
“Muchos dejamos de pagar el alquiler y acumulamos deudas, otros seguimos manteniendo los pagos de alquileres y sueldos de nuestros empleados, pero ya estamos al límite de nuestras posibilidades”.
“Comprendemos la coyuntura extraordinaria y compartimos el principio de cuidar la salud y las vidas. Solo pedimos que dejen de discriminarnos y nos dejen trabajar como el resto: con los protocolos que ya vienen preparando desde hace meses las autoridades del Puerto y las de Provincia ”.
“Al ser un cielo abierto y contar con calles internas muy amplias y grandes portones de acceso donde poder controlar la cantidad de visitantes, tenemos las condiciones más seguras como para poder trabajar y que nuestra fuente de trabajo sobreviva”.
“Esperamos que las autoridades municipales y provinciales entiendan la emergencia, nos dejen trabajar como al resto y eviten que millas de familias pierdan su trabajo”.
