Ph: Gentileza

Los precandidatos a gobernadores del macrismo -y son varios- salieron a hacer campaña por las rutas a la Costa Atlántica y por el conurbano con un discurso duro de cara las elecciones para este año buscando el voto más agrietado.

Saben que si hay interna, solo uno será el que quedará en la carrera final. Por eso no llama la atención que Iguacel elogie al menemismo, que Joaquín se la agarre con el idioma inclusivo con carteles en las rutas que dicen “Basta de Todes”, ni que Ritondo haga gestitos obscenos a la presidenta de la Cámara que en otros tiempos hubiesen hasta terminado con la expulsión o una dura sanción para el dirigente de Independiente.

A la hora de mostrarse inflexibles y ayudar a agudizar la grieta parece que todo vale para los hombres del PRO, olvidando que si ganan van a tener que gobernar un país complicado y con las manos ajustadas en los distintos parlamentos.