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Ethereum ha ganado terreno frente a Bitcoin con el pasar de los años y, a nivel genérico,tiene mayores perspectivas de crecimiento si el sistema criptográfico sigue consolidándose. Entonces: ¿Cuáles son los factores que influyen a la hora de comparar estos dos proyectos digitales?

La tecnología blockchain de Bitcoin es verdaderamente revolucionaria. Mientras que Ethereum ha aprovechado la tecnología de cadena de bloques para impulsar aplicaciones y contratos financieros descentralizados. Es decir, Ethereum representa las utilidades del mundo digital más allá de la revolución monetaria.

Ethereum se lanzó en 2015 y se ha convertido en la plataforma descentralizada más grande del mundo, lo que permite la creación de aplicaciones y contratos inteligentes  sin la intervención de terceros. Para que estos programas puedan funcionar, necesitan Ether, la criptomoneda nativa de la red Ethereum. Los ethers pueden ser comprados y vendidos; por ejemplo, puedes ahora mismo consultar de ethereum precio Argentina.

Además, estos ethers (criptomoneda del sistema ethereum) son imprescindibles para activar comandos en la plataforma Ethereum y los desarrolladores los utilizan para crear y programar aplicaciones.

Tienes que entender que las redes de Bitcoin y Ethereum son diferentes en naturaleza y funcionalidades. Bitcoin se creó como una alternativa a las monedas nacionales y, por lo tanto, cumple el papel de medio de intercambio y refugio de valor. En otras palabras,su blockchain se limita al hecho de permitir el envío y la recepción de transacciones.

La red de Ethereum, por otro lado, nació con la idea de sacar provecho de lo digital enfocándose en las finanzas descentralizadas (DeFi), los contratos inteligentes y los tokens no fungibles (NFT). También se utiliza como moneda digital para realizar pagos, o como depósito de valor, una criptomoneda que podrás adquirir desde CryptoMkt Argentina u otro bróker confiable en Argentina.

Siguiendo con las características de cada red, a diferencia de Bitcoin, el suministro de Ether es ilimitado, a pesar de que cada año se lanzan 18 millones de unidades.

En el pasado, tanto Bitcoin como Ethereum usaban un protocolo de consenso llamado Prueba de trabajo, que implica resolver problemas criptográficos (ecuaciones matemáticas) que implican el consumo de mucha energía y computación, y cuyo fin es validar las transacciones en dicha red a cambio de una recompensa para los mineros. Ahora con la actualización de (Eth 2.0) , Ethereum usa el llamado Proof of Stake, que brinda mayor escalabilidad y seguridad, y reduce aún más el gasto de energía para validar transacciones. (Puedes notar como Ethereum no para de incorporar mejoras).

Ethereum cumple inmensas funciones comerciales y su valor se deriva de su utilidad, además de su uso como refugio de valor. Bitcoin, por otro lado, depende de su adopción y uso como reserva de valor.

En resumen, ambos son activos de gran interés, pues ambos representan el universo digital y una nueva forma de entender el mundo, la economía y la tecnología. Es cierto que Ethereum tiene mucho margen de maniobra, y todo lo que se sabe sobre su potencial no es más que la punta del iceberg. Mientras que, por otro lado, Bitcoin siempre seguirá siendo el rey del mundo criptográfico y el origen de todo lo que se sabe y está por saber del criptomundo.