El líder progresista y una designación muy significativa. Hasta que la discusión por una nueva ley de medios audiovisuales, que reemplazara a la que regía desde la última dictadura, el ex Comfer, hoy Afsca, era un ignoto organismo, pero una vez convertido en el principal ariete contra una de las patas del conglomerado monopólico de la comunicación, le valió a su titular nada menos que la vicegobernación, porque de un lado para aplaudirlo, y desde el otro para putearlo, todos hablaban de íl.

Mariotto no era una figura política, por ejemplo, del peso de su antecesor Alberto Balestrini, no se entiende su candidatura sino es a partir de su figuración en este combate entre gigantes, y el “pago” recibido por los logros alcanzados.

Desde que Alejandro Magno salió de Macedonia para acaparar toda la Hílade, y despuís el mundo conocido, la alta política transita los mismos trillados senderos, alisados a fuerza de pragmatismo: Para los gobiernos su principal preocupación es conservar y extender el poder; para las corporaciones, mantener y extender sus privilegios.

Por lo tanto siempre existe un punto donde, a pesar de rencores y cicatrices, se sientan a negociar con la sabia política de la reducción de daños.

Hasta acá, pareciera que la batalla final entre el gobierno kirchnerista y Clarín, que no tiene nada de Armagedón, porque en la trifulca bíblica peleaban el bien y el mal, no parece encaminarse hacia una mesa de negociación.

El general Magnetto tiene en sus manos la posibilidad de desconocer la ley, obligar a la Justicia a irrumpir con la Gendarmería en alguna de sus empresas, haciendo pagar al gobierno el costo político que la oposición, las corporaciones y organismos como la S.I.P. denunciarían como “dictadura mediática”.

El gobierno no se muestra conforme con esta perspectiva, ni está dispuesto a pagar ese cheque, y hoy tiene dos estrategias, una es avanzar en las causas que involucran a Magnetto en delitos de lesa humanidad, una presión importante viendo a otros capitostes acorralados por la Justicia.

La otra, embarrarle el frente interno, ya hay periodistas de Clarín que le dicen a Magnetto —Te acompañamos hasta la puerta del cementerio, pero no entramos— Porque el viejo guerrero ya dobló el codo de Dorrego, pero a muchos que forman su estado mayor les espera una vida larga que hay que financiar.

Pero dentro de este contexto global, la decisión presidencial de cambiar de jefatura política del organismo que comanda la principal lucha ideológica, tiene una significación muy importante:

El Peronismo hizo muy bien los deberes al principio, cuando había que tirar petardos y tocar el bombo, pero desde que Santiago Aragón, hombre de Mariotto, se hizo cargo, no pudo controlar ni siquiera el frente interno y el organismo se paralizó.

La decisión de la presidenta de darle la responsabilidad al ex intendente de Morón es un mensaje a futuro dirigido a propios y extraños, si las peleas entre sectores peronistas, lógicas y tradicionales cuando los mandatos se vencen, ponen en peligro el avance en la búsqueda de las metas, se busca a alguien que apoya el modelo, pero desde otra cultura política.

Sabbatella no es un nene de mamá, siendo muy joven derrotó a Rousselott y al aparato de la Triple A, y durante diez años gobernó un distrito complicado socialmente, rodeado de enemigos por los cuatro costados, y encima se dio el gusto de crear una estructura nacional no desdeñable, ya que cuenta con varios legisladores nacionales y provinciales, y es la principal fuerza de oposición en importantes distritos del conurbano.

Carlos Heller, un aliado, lleva adelante la discusión por una nueva ley financiera, y Marcelo Saín, la lucha por una seguridad democrática en la complicada provincia de Buenos Aires.

Entonces Nuevo Encuentro no es una fuerza marginal, es un fuerte aliado del gobierno porque muestra que no todo es Peronismo, marchita y dedos en V.

Algunos dicen que es un error de Sabbatella haber aceptado, porque entre las propuestas de Saín de democratizar la Bonaerense, más el apoyo del intendente Lucas Ghi de avanzar a favor de las Policías Municipales, más la designación al frente de la Afsca, corre el riesgo de que le incendien Morón.

No entienden que para algunas culturas políticas la ideología es más importante que conservar los territorios, y lo que está diciendo Cristina es que avanzará por esos carriles.

¿Entonces porquí no se apoyó en La Cámpora?

Porque Sabbatella es un ganador, y en su juventud, un tipo con enorme experiencia en pelear las difíciles, lo rodean Curto, Othacehí, Descalzo, Acuña, Espinoza, y su partido está preparado para dar esa lucha cuerpo a cuerpo. La Cámpora sí son nenes de mamá, no tienen experiencia de gobierno, de haber ganado la batalla por ganar un gobierno, y la más difícil de mantener el poder y seguir progresando.

Es toda una señal que se haya reparado para el principal combate de acá al 2013 y 2015, en alguien que no reporta ni a la Liga de los Gobernadores, ni a la Liga de los Intendentes, puede interpretarse que todo circulará por esos carriles de cara a esos dos cruciales años para la continuidad o la clausura del modelo actual.

Fuente: infoban.com.ar