La nueva moda entre los intendentes justicialistas en pos del reacomodamiento es juntarse y no sólo para la foto. Primero tanto los Esmeraldas como los Fínix expresaron críticas al gobierno nacional, pero con el correr de los días la tensión aumenta y baja a la provincia, porque las partidas no terminan de llegar.
Además de reclamarles un baño de calle y sensibilidad a los funcionarios, sostienen que en el Pro creen que los municipios son como las comunas de la Ciudad porque pretenden imponerles las obras, y que la tardanza va agotando el diálogo.

Fuente: infoban.com.ar