El diputado nacional del oficialismo afirmó que el proyecto de Ley de Humedales sirve para proteger ecosistemas y regular actividades productivas, y lamentó que aún no consigue consenso para su aprobación.
En ese marco explicitó que “el proyecto está juntando polvo en el Congreso, es una vergüenza porque hace 10 años que lo estamos debatiendo y no construimos consensos”, por lo que consideró que “hay una deuda política con la sociedad que reclama esa ley para regular la actividad en los humedales”, adujo en declaraciones a Radio Provincia el legislador oriundo de San Martín.
El titular de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente de la Cámara baja explicó que el proyecto de su autoría “busca proteger los servicios ecosistémicos que brindan esos espacios” y propone que “cada provincia construya un inventario para localizar cada humedal y evalúe lo ambiental antes de que se realicen actividades económicas”.
El dirigente del Frente De Todos denunció que “hay políticos que quieren que no salga la ley porque dicen que es antiproductiva”. Sin embargo, aclaró que la iniciativa que elaboró junto a organizaciones sociales “no prohíbe actividades” por lo que “la dirigencia tiene que hacerse cargo de cuidar estos ecosistemas".
En ese marco, informó que “ahora obtuvimos los giros a los proyectos de humedales que estaban frenados desde principios de año y vamos a poner en tratamiento de nuevo los proyectos”.
Asimismo, realizó “un llamado a la responsabilidad”, sobretodo “a mi espacio político porque hicimos campaña electoral” con el tema pero, además, porque “creemos en la regulación de las actividades económicas por parte del Estado”. A su vez, apuntó que “los sectores que más poder tienen, como el inmobiliario, ganadero y minero presionan para que no regulemos, pero que regulemos no quiere decir que sus actividades vayan a dejar de ser productivas”.
Respecto de los incendios en el Delta, Grosso sostuvo que el problema “no es sólo el humo que llega a Buenos Aires y los accidentes de tránsito, sino que hay afectaciones enorme en la flora, la fauna, la capacidad de absorber agua”, y adelantó que “después de esto vendrán inundaciones y los acuíferos dejarán de recibir o filtrar el agua. Además, hay problemas que aún no están evaluados por la comunidad científica”.
