El intendente local, Gustavo Posse, junto a la concejal y líder del bloque PRO del Concejo Deliberante, Rosalía Fucello, mantuvieron un encuentro con 60 autoridades de colegios privados, quienes manifestaron su preocupación frente al DNU nacional y al que adhirió la provincia de Buenos Aires.

Posse señaló que “el municipio declaró la esencialidad de la educación el pasado 15 de abril y presentó un amparo en la justicia para que se vuelva atrás con la medida”.

“Vamos a seguir generando todas las acciones necesarias para que retornen las clases presenciales porque la educación es la base fundamental de un país”, detalló.

Desde las instituciones escolares locales advirtieron sobre “el daño” que genera este decreto y el cierre de los establecimientos, tanto en los alumnos como en sus familias. Según se comunicó, la medida en un primer momento regiría por dos semanas, pero ya hay antecedentes de que pueda extenderse en el tiempo.

En ese sentido, Fucello, quien viene acompañando a la comunidad educativa; padres, chicos y docentes; a través del pedido desde el año pasado por la vuelta a las aulas y desde febrero del corriente, para que la nueva presencialidad (ahora interrumpida) sea completa, remarcó que “en los colegios, gracias a los protocolos ejemplares y de excelencia, es que casi no se han presentado contagios”.

“Los padres de nuestra comunidad educativa tienen que trabajar y los chicos tienen que estar en la escuela, insistió, y resaltó que “es muy importante seguir trabajando para volver a la presencialidad junto al Municipio, el Concejo Deliberante y toda la comunidad educativa que se fue fuertemente afectada por esta medida”.