El jefe del bloque oficialista Frente De Todos de Luján César Siror aseguró que planea darle nuevo impulso al proyecto de ordenanza para “clausurar y demoler” la planta termoeléctrica de la firma Araucaria Energy.

El expediente, que duerme el sueño de los justos desde hace más de un año en el laberinto de comisiones del Concejo Deliberante lujanense, volvió a tomar vida luego de la clausura que sufriera la planta ubicada en la localidad pilarense de Villa Rosa en el límite con Escobar, que pertenece a la misma empresa.

El domingo último la central de Villa Rosa fue clausurada por orden del Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS), que es la autoridad ambiental en el territorio bonaerense.

Con ese panorama, el Frente De Todos lujanense cobró nuevo impulso para llevar adelante el proyecto para hacer lo propio con la planta local, que al igual que la de sus vecinos, han generado una fuerte oposición desde el momento mismo en que fueron proyectadas, en 2018.

A diferencia de lo que ocurría con la ubicada en Pilar-Escobar, la planta de Luján no se encuentra en funcionamiento, y sólo realiza pruebas aunque no tiene la debida autorización, ya que en el distrito rige una ordenanza que prohíbe la instalación de industrias de tercera categoría, a la que pertenece la generación de energía eléctrica.

“La empresa Araucaria Energy S.A. no ha contado, ni cuenta a la fecha, con la documentación técnica aprobada por la comuna. Por eso seguimos promoviendo su clausura y demolición de la obra ilegalmente construida” expresó en las redes Sisor tras felicitar lo realizado en Pilar por la gestión del intendente Federico Achával.

El cierre de la segunda de sus cuatro plantas representaría para Araucaria Energy, que controlan el ex ministro menemista José Luis Manzano y el empresario Gustavo Ferraro del fondo de inversión Gramercy, de estrecho vínculo con el ex presidente Mauricio Macri, un golpe difícil de superar. La clausurada central era la nave insignia del grupo con una producción de 250 megas. Le siguen Zárate con 230 megas, Luján con 120 megas y por último San Pedro con 100 megas. Es decir que si finalmente también se clausura Luján, la producción de la empresa se reduciría a menos de la mitad.