El foco de la interna de la oposición se trasladó al cierre en provincia, al punto que descansaron a Mauri mientras seguía varado en Europa, y le sacaron hasta el cambio al nombre de la alianza -propuesto por Larreta- para incluir a distintos sectores como el GEN de Margarita y el Partido del Diálogo del promotor de la rosca Emilio Monzó.
Como el intendente de San Isidro Gustavo Posse tomó como misión divina sostener lista para asegurar la interna sostenido por los radicales inorgánicos ,y empujando la inclusión de los partidos vecinales, la amplitud del espacio hace difícil que se pueda conformar a todos y a esta altura las traiciones están a la orden del día.
Mientras el PRO cierra filas con Santilli a pesar de la resistencia a exportar a un funcionario porteño a la provincia y las siempre presentes aspiraciones del primo Jorge, el radicalismo se mantiene firme con Manes, pero hay quienes temen que su afiliación no sea lo suficientemente fuerte como para sostener la neurociencia como manera de hacer política, y al mismo tiempo resistir las operaciones de los quirófanos menos pulcros de la política bonaerense.
